
Globalvia se prepara para ampliar su actividad a geografías como Estados Unidos, Perú, Colombia y Canadá. La concesionaria ya ha presentado varias propuestas en estos países para crecer en el negocio de ferrocarril y autopistas por un importe que alcanza los 2.000 millones de euros.
En unos casos son negociaciones bilaterales y, en otros, licitaciones públicas. La compañía cuenta con la solvencia financiera que le proporcionan sus nuevos accionistas, Optrust (Canadá), PGGM (Holanda) y USS (Reino Unido), los fondos de pensiones que en marzo de este año acordaron la compra del 100% del capital a FCC y Bankia.
Globalvia, que ya está presente en siete países (España, Chile, México, Irlanda, Portugal, Costa Rica y Andorra), se encuentra en una fase avanzada para la consecución de entre cinco y seis activos internacionales. Estados Unidos abarca tres de ellos. En concreto, la multinacional española prosigue con la negociación en exclusiva para hacerse con el contrato de construcción y explotación del tren ligero que unirá el Aeropuerto Internacional de Orlando con el centro de convenciones Orange County de la ciudad, la tercera más poblada del Estado de Florida.
El nuevo proyecto tiene un presupuesto estimado de 1.000 millones de dólares (900 millones de euros), de los que más de la mitad corresponden a la fase de construcción y material rodante, que Globalvia deberá subcontratar.
La concesionaria que dirige Javier Pérez Fortea también ha licitado por la autopista Pocahontas 895, en el Estado de Virginia (Estados Unidos), valorado en alrededor de 400 millones de dólares (360 millones de euros). Se trata de una carretera estatal existente que quebró hace tres años por exceso de deuda, propiedad hasta entonces de la australiana Transurban. Asimismo, Globalvia puja por un proyecto de autopistas en Texas, que consiste en una especie de iniciativa privada para la que se halla en una fase de negociación avanzada con la Administración.
Negocia con Odebrecht
Por su parte, la compañía española quiere aterrizar en Perú, la multinacional española tiene en el punto de mira varios proyectos. El más interesante, a priori, es la circunvalación de Lima, que ejecuta la brasileña Odebrecht, sumida en una crisis de capital que le ha obligado a colocar varios activos a la venta. Es una negociación directa que también han entablado otras firmas internacionales. Esta operación está valorada en cerca de 900 millones de euros.
El objetivo de la empresa concesionaria es conseguir entre dos y tres de estas concesiones durante el presente ejercicio.
Colombia y Canadá emergen igualmente como dos mercados prioritarios para la compañía española. En estos países ya ha sondeado diferentes proyectos para iniciar su actividad.
En Europa, Globalvia también contempla en su hoja de ruta crecer en concesiones en países como Irlanda y Portugal, donde tiene una presencia consolidada desde hace años.