
Evo Banco va a potenciar al máximo el crédito al consumo, cuyos márgenes son más elevados que las hipotecas. La entidad ha decidido fusionar las dos divisiones que tenía en este nicho de mercado, la de tarjetas Avant y la de préstamos Fracciona, y ha creado la unidad Evo Finance.
El consejero delegado, Enrique Tellado, y el director de financiación al consumo, Gómez, se mostraron ayer optimistas sobre las capacidades del banco para crecer en este segmento de actividad, ya que el objetivo es triplicar su volumen en el año 2020, hasta 1.500 millones, y quintuplicar el número de clientes, desde los actuales 285.000.
Para cumplir con esta meta, Tellado no descartó que Evo pueda llevar a cabo adquisición de carteras de crédito porque "la posición es claramente compradora" o unidades de consumo a otras entidades. Este año, por ejemplo, el banco presentó una oferta por las tarjetas de Barclays en España y Portugal, que finalmente absorberá el Popular.
La intención de la entidad es ampliar la base de productos y servicios para poder materializar este crecimiento de manera recurrente. Ayer Evo empezó a comercializar su primer préstamo personal.
Tellado indicó que "queremos ser líderes del mercado de financiación al consumo en 2020 y el liderazgo consiste en ser los primeros. Para ello tenemos que aspirar a un 20% de cuota, algo que no va a ser fácil".
En volumen de nuevos créditos, sin contar el nicho de automóviles, Evo tiene una cuota del 10%, muy superior a su presencia en el conjunto del sistema. En 2016, según el director financiero, la división de consumo aportará un negocio de más de 450 millones de euros. El objetivo en esta actividad es captar unos 150.000 clientes cada ejercicio.
En cuanto a las tarjetas, Gómez señaló que contribuirá al grupo con una producción nueva de 90 millones.
Evo, gracias al impulso de la financiación al consumo, pretende elevar al 15 por ciento la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) en los próximos dos años, muy por encima de los previsto por las mayor parte del sector, con el fin de que su accionista, el fondo Apollo, pueda ir recuperando una inversión que alcanza los 260 millones desde su adquisición a Novagalicia a principios de 2014.