
Antes de finalizar su carrera, Adolfo Ramírez-Escudero, empezó sus prácticas en CBRE como becario en Londres. El espíritu y las posibilidades que le ofrecía la consultora le gustaron y aunque nunca llegó a imaginárselo, actualmente es presidente de la firma en España.
Un cargo que ostenta desde el año 2013 y que a partir de ahora tendrá que compaginar con el de responsable de Capital Markets para Europa continental y también atender a sus responsabilidades como miembro del comité ejecutivo de la compañía en Europa. Su escalada ha sido gradual y podría decirse que Ramírez-Escudero representa la filosofía del grupo a la perfección. Su visión es totalmente global, aboga por el trabajo en equipo y la creación de valor, como valores indispensables para que la compañía que lidera siga creciendo.
Cuando le nombraron presidente para España tenía el reto de multiplicar por dos las cifras de la compañía y este año termina el plan estratégico.
El objetivo que nos fijamos en 2013 ya se ha logrado, tanto en beneficio como en facturación. Lo hemos conseguido un año antes y además hemos logrado que CBRE España fuera la división de la firma que más creciera a nivel europeo en 2015. Respecto a este año hemos hecho una revisión al alza de los resultados. Esto significa que hemos cumplido el plan, lo hemos consolidado y este año vamos a superarlo.
¿Cuáles son ahora los nuevos objetivos de la compañía?
Estamos precisamente trabajando en el diseño, desarrollo y enunciación del nuevo plan estratégico y seguro que se va a seguir hablando de crecimiento, eso no es opcional. Sin embargo, somos realistas y conscientes de que el mercado no va a tener el mismo impulso que los años pasados, por lo que vamos a seguir creciendo de otra manera. Nos vamos a centrar en desarrollar las áreas de financiación en el campo del real estate y también en las más financieras, tanto de fondos propios como de deuda. Asimismo, queremos seguir desarrollando soluciones en torno a los espacios y a los ocupantes para mantener nuestra posición de liderazgo como la mayor compañía de externalización de servicios a nivel inmobiliario. De hecho, hemos comprado recientemente Global Workplace Solutions (GWS), la división de soluciones para espacios de trabajo de Johnson Controls por 1.475 millones.
También adquirieron a nivel global Norland, ¿van a seguir creciendo mediante operaciones corporativas?
Lo cierto es que siempre estamos mirando cosas. Somos una compañía cotizada, tenemos un balance potente y bastante liquidez para poder estar activos en oportunidades de este tipo. Desde la perspectiva mas especifica de España y Portugal, lo que haremos será complementar aéreas en las que ya estamos presentes, pero que creemos que hay un campo de crecimiento adicional. Dependerá de las oportunidades que se presenten, ya que tenemos una serie de estrategias y en todas ellas existe la casilla del crecimiento corporativo y si no se logra mediante esa vía, se hará por crecimiento orgánico.
¿Cómo ha evolucionado la plantilla de CBRE desde que usted es presidente en España?
En 2013 éramos 360 empleados y en 2015 superamos los 1.000 profesionales, 540 por crecimiento orgánico y el resto a través de las adquisiciones a nivel global.
Ha dicho que esperan un crecimiento más moderado del sector, ¿cómo ha evolucionado durante estos seis primeros meses?
La inversión hasta junio ronda los 4.000 millones. El volumen es un 23% menor respecto a los 5.200 millones del mismo periodo del año pasado, pero hay que poner en contexto que 2015 fue espectacularmente bueno. Aun así, la cifra de 2016 es mayor a todos los primeros semestres desde 2008 a 2014 incluido, con 3.500 millones.
¿Cómo puede afectar el Brexit a la actividad inmobiliaria?
Puede retrasar alguna toma de posición hasta que quede claro cuál es el entorno, pero no esperamos que sea en principio una modificación muy sustancial. En CBRE desde el primer momento llevamos a cabo una política de comunicación muy activa. Hemos realizado más 100 entrevistas telefónicas personalizadas con clientes y se han hecho tres conference call globales con mas de 1.000 inversores y creo que el tema se está tratando con bastante madurez y con una calma relativa respecto a un nuevo escenario. Además, el resultado de las elecciones se ha interpretado como una buena noticia, siempre y cuando se forme Gobierno. Lo que no quiere el capital es tener escenarios muy disyuntivos, quiere un marco donde poder operar y predecir por dónde van a ir las cosas.
¿Creé que la salida de Reino Unido de la UE pudo influir en el resultado de las elecciones?
No soy sociólogo, pero es lógico pensar que la gente cuando ve volatilidad tiende a tener posicionamientos un poco más conservadores o defensivos.
El mercado del suelo y la promoción residencial han vuelto a despegar, ¿cree que ahora las cosas se van a hacer bien o se repetirán errores del pasado?
Creo que se van a hacer bien, no hay razones para hacerlas mal. Se ha profesionalizado muchísimo la gestión, se ha rejuvenecido el liderazgo de las corporaciones empresariales, y aunque tenemos que mejorar muchas cosas, contamos un sector financiero que se ha reestructurado. Nos hemos preparado y una vez limpiada la resaca de la crisis estamos preparados para asumir el crecimiento que viene después.