Empresas y finanzas

Los Gallardo y el fondo Palamon ponen en venta las residencias Sarquavitae

El boom de las residencias de ancianos sigue adelante. La última en colgar el cartel de se vende ha sido Sarquavitae, el negocio geriátrico del fondo de capital privado Palamon y la familia Gallardo, que han contratado a PJT Partners como asesor de la operación, tal y como han explicado fuentes del sector a elEconomista.

PJT se encargará de llevar la venta del 66 por ciento que ostentan el fondo Palamon (48 por ciento) y la familia Gallardo (18 por ciento), a través de su vehículo de inversión G Square. PJT no ha querido hacer declaraciones.

La desinversión, no obstante, se encuentra en fase inicial y PJT -liderada en España por Borja Arteaga, exBlackstone- está elaborando el cuaderno de venta, según cuentan las fuentes consultadas por este diario. La compañía está valorada en casi 500 millones de euros y es la principal firma del sector.

Los Gallardo son una conocida familia española en el campo de la sanidad, ya que son propietarios de la farmacéutica Almirall y de los hospitales privados Vithas -que, a su vez, se encuentran inmersos en un proceso para hacerse con el negocio sanitario de Nisa-.

La parte restante está en manos de Higinio Raventós, conocido empresario del cava catalán, el fundador de este negocio geriátrico. Fue en el año 2009 cuando Palamon y G Square entraron en el capital del, por aquel entonces, Grupo Sar. Sería un año más tarde cuando se harían con Quavitae, las residencias de Bankia y Mapfre, por 70 millones de euros, conformando el actual Grupo Sarquavitae. El equipo directivo cuenta también con una participación minoritaria, cercana al 5 por ciento, en el negocio.

Con todo, esta desinversión lleva gestándose meses tras un encontronazo entre los mayoritarios y Raventós por la visión del futuro de la empresa. Este último, quiere seguir engordando la compañía aprovechando la cantidad de operaciones de venta de geriátricos que se están produciendo -sin ir más lejos, participaron en el proceso de Amma, las residencias de Caixabank, pero se quedaron fuera por el precio- y dar el salto al parqué en un par de años para rentabilizar su inversión.

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