CaixaBank y el proveedor de servicios tecnológicos de pagos mundiales Global Payments cerraron ayer un acuerdo para constituir una joint venture junto a Erste Group Bank, para ofrecer servicios de pago y de venta en comercios en la República Checa, Eslovaquia y Rumanía.
El acuerdo establece que Global Payments y CaixaBank tendrán una participación conjunta del 51 por ciento en la nueva compañía, mientras que Erste Group controlará el 49 por ciento restante.
CaixaBank cuenta con más de 15 millones de tarjetas de crédito en circulación y fue, según datos de la entidad, la primera entidad española en introducir los pagos contactless. En este momento, cuenta con 7,5 millones de tarjetas con esta tecnología, así como con más de 300.000 TPV habilitados para utilizarla.
El banco se encuentra en proceso de expansión en la Península Ibérica y ha lanzado un ofera de compra sobre el capital que no controla del banco portugués BPI. Como condición para hacerla efectiva, requiere alcanzar el 51 por ciento del capital del luso, así como que este levante el blindaje en las limitaciones de voto que ahora mismo recogen sus estatutos.
