Empresas y finanzas

Enagás: "Estamos interesados en comprar regasificadoras de Unión Fenosa"

Antonio Llardén, presidente de Enagás. Foto: Elisa Senra

Para que el gas llegue a la cocina o pueda utilizarse para producir electricidad son necesarios más de 8.000 kilómetros de gasodutos que se extienden por toda la piel de toro y siete plantas de regasificación. Antonio Llardén, desde la presidencia de Enagás, se encarga de garantizar que estas grandes infraestructuras pasen lo más desapercibidas posible para los ciudadanos.

"No nos gusta salir en los periódicos", asegura, "porque puede ser que algo haya fallado". Desde Enagás  (ENG.MC) -explica su presidente mientras toma asiento en el sillón de su despacho- "se maneja en términos de energía una mayor cantidad que todo el sector eléctrico" y vigilamos la entrada a diario de, al menos, un buque metanero.

Será necesario seguir creciendo los próximos años para garantizar el suministro de gas. ¿Se está cumpliendo el plan de inversiones?

Enagás se había movido siempre en un entorno de 400 millones al año de inversión, pero las necesidades impuestas por el plan energético nos obligan a destinar 5.000 millones hasta 2012. Nos lo hemos puesto como una obligación y eso quiere decir que tenemos que ser capaces de invertir a un ritmo adecuado. Eso planteaba dos problemas: la capacidad interna y los permisos que se necesitan para construir.

Hemos hecho un gran esfuerzo en profesionalizar al máximo esta fase y contamos con una gran colaboración de las Administraciones. El cambio ha sido radical. No nos hemos limitado a esperar. Hemos sido muy proactivos para conseguir los permisos, lo que ha permitido pasar de los 400 millones a 500 millones de inversión del año pasado. Este año vamos a destinar 750 millones y el que viene alcanzaremos los 900 millones y esa será la velocidad de crucero.

A 31 de agosto llevamos 480 millones de inversión y cumplimos perfectamente con los planes. Hemos hecho en ocho meses más de lo que habíamos hecho en años. Si lo vemos por obras terminadas, el año pasado sólo pudimos terminar 94 millones, pero este ejercicio vamos a finalizar 600 millones. En este momento llevamos 450 millones.

¿Se nota la crisis en la demanda de gas natural?

La demanda crece, pero se ha producido un cambio. En los últimos años, la red de gas ya no está ligada a la coyuntura económica sino que dependemos de la evolución de la demanda punta. Nos hemos convertido en los que hacen posible que haya renovables. Podemos tener más energía limpia porque hay una red de alta presión detrás. Si no existiera no podríamos tenerlas, al margen de cualquier otra discusión.

Cuando deja de soplar el viento, no hay agua o no hay luz del sol, se necesita electricidad de repuesto. Esta garantía sólo te la da el gas, ni la nuclear, ni el carbón, que están en base. El gas es la única alternativa instantánea. Eso está haciendo que nuestra red sea más valorada. Te conviertes en una pieza clave del sistema energético.

¿Se nota la caída en algunas zonas por la crisis de la industria?

El consumo doméstico es normal y el industrial, en términos generales, está estable, pero en las zonas donde hay un fuerte consumo para producir ladrillos y cerámica hemos notado una bajada, aunque no muy grande.

¿Tenemos un sistema seguro?

Este año ha habido dos picos de demanda de invierno y verano, ligada a ese papel de resguardo de las renovables, y los hemos superado sin ningún problema.

¿En qué están invirtiendo?

Tenemos dos almacenamientos subterráneos y estamos invirtiendo en otros dos. Tenemos 12 estaciones de compresión y vamos a tener 19 para poder llegar a todas partes y, por supuesto, estamos haciendo nuevos gasoductos. Hemos terminado ya el gasoducto Transversal y en noviembre comenzaremos a poner en marcha el de Baleares.

¿La llegada de Medgaz, el nuevo gasoducto de Argelia, va a suponer cambios en la operación del sistema?

Medgaz supondrá una ventaja y una dificultad. La ventaja es que tenemos una nueva entrada de gas al sistema, que siempre es bueno. Y la dificultad es que entrará por un único punto un volumen muy elevado. Esta situación nos obliga a hacer un análisis de la red que alterará las llegadas de GNL a corto plazo, lo que producirá un desequilibrio del sistema que se está estudiando y discutiendo con los comercializadores.

La construcción del gasoducto Almería- Chinchilla y del Transversal nos permite distribuir el flujo de gas sin problemas por todo el país. Una pequeña parte se quedará en el Sur, pero las tres cuartas partes de ese gas lo vamos a dirigir la mitad a Levante y la otra mitad a Madrid y al Norte.

¿Cómo está su situación financiera? ¿Han cerrado ya el acuerdo para el crédito del BEI?

Estamos en una situación muy buena desde el punto de vista financiero. La empresa tiene liquidez. Recientemente firmamos un préstamo a largo plazo con el ICO de 500 millones y hemos establecido un acuerdo con el BEI para un nuevo préstamo de un valor máximo de 1.000 millones. Estamos discutiendo el modus operandi, ya que no lo necesitamos ahora.

Con la financiación que tenemos podemos hacer todo el plan de inversiones de 2008 y 2009 sin ningún problema y lo que estamos discutiendo con el BEI sería la financiación para 2010 y 2011. La mitad del plan se financiará con el dinero que generamos y la otra mitad con fondos externos. Estamos pensando, no ahora porque no es el momento, hacer alguna emisión de bonos para ahorro en el extranjero en un par de años. Pensamos que se venderían bien y recibiríamos financiación.

¿Cuando prevén comprar las acciones de la portuguesa REN? ¿Han llegado ya a algún acuerdo con el Gobierno?

REN ha comprado un 1% de Enagas y, poco a poco, irán comprando dentro de sus posibilidades financieras. Nosotros, en cambio, no podemos entrar porque no hay casi acciones en el mercado. Mantuvimos una reunión con el secretario del Tesoro portugués, que reiteró su interés en que fuéramos un socio de referencia de REN, y somos conscientes de la decisión del Gobierno de no privatizar más paquetes de empresas públicas en esta legislatura.

A corto plazo no van a vender acciones del paquete público, por eso, lo que les hemos ratificado es que estamos interesados en el momento en el que sea factible entrar en el capital. Hasta ahora no se ha producido, lo que no es obstáculo para que se pueda mantener una relación de colaboración técnica muy estrecha.

Hacemos dos reuniones de trabajo al año. Hicimos la que tocaba en Portugal en abril y ahora vamos a hacer en Madrid este mes de octubre la segunda. La colaboración está funcionando muy bien para resolver los problemas de operación. En España ha habido algún retraso de barcos de GNL ajenos a la voluntad de los operadores y de Enagás, esto produjo una necesidad que se tuvo que solucionar con el acuerdo estratégico con Portugal y en algunos días les devolvimos el gas.

¿La fuga de barcos se debe a los precios más altos de otros mercados como los asiáticos?

Son dos fenómenos distintos. El que yo te digo fue por problemas en el origen de las plantas de regasificación. Ahora, en Japón se están pagando precios más elevados. El gas no ha sufrido la evolución del petróleo. Hay una menor demanda en Estados Unidos porque han comenzado a explotarse algunos yacimientos y eso explica las diferencias de precios.

En Europa está algo más caro que en América, pero menos que en Japón y que la evolución del petróleo. Hay que pensar que vamos hacia una energía cara, pero un petróleo a 140 dólares es una barbaridad, por eso insisto en que el tema del ahorro energético es fundamental. Hay que plantearse medidas de choque. Lo que hace el ministerio con una política de ahorro pienso que es importante.

Pero normalmente nos quedamos en la anécdota...

Sí, creo que en energía siempre estamos pendientes del milagro. A ver que fuente energética sale que no contamine y sea barata. Esa mentalidad es mala. Hay que trabajar en ese camino, evidentemente, pero da la impresión de que no hay que hacer ningún esfuerzo, que vendrá Dios y nos resolverá el problema. No, las energías son las que son.

Avanzamos hacia un mix en el que habrá gas, habrá nuclear, carbón y renovables para emitir menos CO2. Utilizaremos el hidrógeno, pero no habrá una fórmula mágica. Por eso hay que hacer un esfuerzo en ahorro de energía sobre todo estructural como el aislamiento de los edificios, electrodomésticos y en el transporte.

¿Cómo va la compra del almacenamiento de Gaviota?

Repsol (REP.MC) tiene esa concesión y nosotros la gestionamos. Es propiedad de la petrolera y lo que les hemos dicho es que si en algún momento ese activo no les es muy fundamental estaríamos abiertos a comprarlo. Si no lo tenemos, no pasa nada. Pero si lo podemos tener será porque para ellos no es estratégico y pueden dedicar ese dinero a otros activos.

¿La operación de Gas Natural con Fenosa supone una oportunidad de compra de regasificadoras?

Nos sucede lo mismo. Si en algún momento podemos tomar participación en alguna de las tres plantas de regasificación en las que no estamos -no digo ni el control total-, puede ser interesante por sinergias y porque ya controlamos la mayoría. Eso puede suceder si alguno piensa que no es estratégica. Nuestro objeto social sólo es éste. O hacemos esto o no podemos hacer otra cosa, pero no es un tema urgente, ni necesario.

Ahora ¿hay una buena oportunidad de compra?

Hay una buena oportunidad. Es posible que Gas Natural (GAS.MC) y Fenosa (UNF.MC) tengan que vender algunos activos por su fusión y nosotros podríamos estar interesados en las regasificadoras.

¿Sería lógico que desinvirtieran?

No sé si sería lógico que se obligara a desinvertir. Supongo que lo que va a pesar más es un análisis de si la nueva empresa afecta a la competencia o no. Si no afecta, no le obligarán a desinvertir. Parece que el proyecto que hay incluye hacer algunas desinversiones por financiar la operación y por volumen de activos que la propia empresa considere que no son estratégicas y nosotros, modestamente y con toda la humildad, podríamos comprar una participación en las regasificadoras.

Si el propietario cree que no es estratégico nos puede interesar porque es nuestra línea de negocio. Si no lo quiere vender, no pasa nada. Seguimos como estamos.

La CNE está revisando las fórmulas de financiación de las redes. ¿Cómo va ese procedimiento?

Se le encargó a la CNE revisar la metodología de cálculo, no tanto de la retribución en sí, sino de los estándares. Nosotros producimos una inversión en función de unos estándares que marca el regulador, lo que puede costar un gasoducto, un tanque, y estos estándares son antiguos , del año 2000 o 2001.

Nos parece que la industria ha evolucionado para que se tenga que afinar la metodología. Esto es lo que está haciendo la Comisión Nacional de Energía con nuestra ayuda. Le hemos dado datos y ellos van a revisar las fórmulas. Esto debería terminarse a final de año.

¿Puede afectar a retribución?

No. Sirve para mejorar el funcionamiento. En la regulación se establece que tiene que ser el 7,7 a lo largo de todo el periodo. Estos cambios sirven, en todo caso, para asegurar que se cumple.

¿Cómo ve la tormenta bursátil?

Estoy tranquilo y pienso que nuestra empresa encaja bien en el modelo de bolsa hacia el que estamos evolucionando. Es cierto que la situación no es para tirar cohetes. Estamos mejor que el Ibex pero estamos lejos del valor de mercado. El 99% de los analistas no dice que hay que vender, dice que hay que comprar y nos dan un precio objetivo lejos del que tenemos ahora.

Estamos pasando por un tormentón en la bolsa que afecta a todas las empresas y aunque nos ha afectado menos, nos afecta también. A corto plazo, el dinero ha salido de la bolsa y se ha ido a otros sitios. A plazo fijo, a divisas y eso lo ves en todo el mundo, no sólo aquí en España. Estamos pasando por este reflujo financiero donde unas empresas aguantamos mejor que otras.

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