
El Banco Central de Sudáfrica ha urgido hoy a los bancos del país a que incrementen sus medidas de seguridad después del fraude masivo que una banda de criminales sin identificar cometió la semana pasada en Japón, usando tarjetas de crédito falsas del Standard Bank.
El grupo de delincuentes estaba tan coordinado que en sólo tres horas fue capaz de realizar 14.000 operaciones de retirada de fondos en tiendas de conveniencia de la cadena 7-Eleven repartidas por todo Japón, en las que se obvtuvieron 1.400 millones de yenes (unos 11,4 millones de euros).
"Trabajaremos con las agencias de seguridad para investigar y combatir esos crímenes", ha afirmado el vicegobernador del emisor sudafricano, Kuben Naidoo, que ha dejado claro que el Standard Bank tendrá que hacer frente a lo robado de las cuentas de sus clientes.
Standard Bank se ha limitado a reconocer que cumplirá esas instrucciones, pero se ha negado a comentar cómo fue posible que nadie detectase la oleada de operaciones, especialmente sospechosas al realizarse de forma casi simultánea y en decenas de localizaciones diferentes de un país tan remoto como Japón.
Naidoo ha reconocido que el Banco Central no conoce todos los detalles de lo ocurrido, pero ha asegurado que se tomarán "todas las medidas necesarias para protejer los sistemas de pago y bancario de Sudáfrica de ataques similares.