La multinacional alemana Bayer comunicó ayer oficialmente el precio que está dispuesto a pagar por hacerse con su rival Monsanto: algo más de 55.200 millones de euros. La cantidad, más alta de lo previsto cuando se conoció la operación -se habló de 40.000 millones- avivó ayer la postura del sector crítico con esta operación, representada por varios fondos de inversión accionistas de la alemana, que han expresado desde el inicio sus dudas con esta compra.
Este grupo de accionistas, al que ha puesto voz el inversor John Bennett, de la firma Henderson Global Investors, considera excesivamente alto el precio ofrecido y entiende que la adquisición de Monsanto se desvía del cambio de rumbo que había tomado la multinacional el año pasado, cuando decidió apostar por el negocio de la salud.
La oferta de Bayer, que representa una prima de entre el 33 y el 37 por ciento respecto al precio medio actual de los títulos de la compañía estadounidense, supone pagar una cifra aproximada de 14 veces en ebitda de Monsanto, según las previsiones de 2017. Esta cantidad sería inferior, por ejemplo, al dinero ofrecido por la otra gran operación que sigue en negociaciones dentro del sector, la oferta de la china ChemChina por la suiza Syngenta, que acordó pagar un múltiplo de 16 veces su ebitda. Con este precedente, los analistas consideran que Bayer podría verse obligado a tener que subir esta primera oferta para recibir el visto bueno del consejo de Monsanto.
El pasado viernes, según informó la agencia Reuters, esta firma inversora ya describió la operación como una "destrucción inmediata" de valor para los accionistas. Lo que es cierto es que las acciones de la multinacional alemana han perdido cerca de un 10 por ciento desde que se conoció el interés.
La firma UBS Global Asset Management, que posee acciones de Bayer, también se ha mostrado preocupada "por el impacto en la deuda y la cotización" del grupo alemán. Bayer aseguró ayer que la compra "no está sujeta a ninguna condición de financiación", pero sí deberá realizar una combinación de ampliación de capital, quizás de un 25 por ciento, y de una emisión de deuda.