Empresas y finanzas

Bayer agita el sector químico con una opa hostil a Monsanto

El sector de la agricultura química vive el mayor proceso de concentración de su historia. Ayer se confirmó la tercera gran operación entre multinacionales de este mercado en lo que va de año. La multinacional estadounidense Monsanto confirmó haber recibido una oferta de compra de la alemana Bayer.

Así, Monsanto señaló que se trata de una propuesta "no vinculante y no solicitada" y, aunque no desveló el importe, precisó que la operación está sujeta a la correspondiente due diligence y a las aprobaciones regulatorias.

De confirmarse la operación, la unión de Bayer y Monsanto les permitiría controlar el 30 por ciento del negocio de semillas y químicos agrícolas. Le seguirá muy de cerca, con el 28 por ciento, la compañía estatal china ChemChina, si logra el sí definitivo de la suiza Syngenta, por la que ha realizado una oferta de 38.000 millones de euros; y la futura DowDuPont, la reciente fusión de las estadounidenses Dow Chemical y Dupont, con una cuota de mercado del 17 por ciento. De concretarse estas concentraciones, el negocio agroquímico quedaría, por tanto, repartido en más del 65 por ciento en tres grandes multinacionales. A estas tres compañías habría que unirle a la alemana Basf, que actualmente representa un 13 por ciento de este mercado. Precisamente, Basf también habría mostrado su interés en Monsanto en las últimas semanas.

Cambio de rumbo

La multinacional alemana se encuentra desde el pasado año inmersa en un plan de reestructuración de sus negocios. La compañía decidió abandonar su negocio de Química pura, como plásticos y poliuretanos, para centrarse exclusivamente en sus otros dos grandes mercados: el farmacéutico y el de agricultura. Para ello, Bayer segregó a bolsa la división Bayer MaterialScience, rebautizada como Covestro, a través de una OPV.

La nueva compañía logró unos ingresos brutos de alrededor de 2.500 millones de euros con su salida a bolsa, que irán presumiblemente a pagar la alta deuda neta acumulada por la alemana en los últimos años. Según las cifras aportadas ayer por The Wall Street Journal, el pasivo de Bayer ascendía a 17.560 millones de euros, más del doble que en 2011, cuando la deuda era de 6.200 millones de euros, aunque el pasado año redujo esta cifra un 11 por ciento.

Los analistas dudaban ayer si el paso dado ahora por el nuevo presidente ejecutivo de la compañía, Werner Baumann -apenas dos semanas en el puesto-, iba en la dirección correcta y, sobre todo, si Bayer tiene el músculo financiero para esta inversión, que de completarse sería la mayor operación corporativa externa realizada por una empresa alemana, además de ser el mayor desembolso en los 150 años de historia de Bayer.

Una solución intermedia, según se apuntaba ayer, era una unión sin absorción, para crear posteriormente varias empresas distintas, como hicieron Dow y Dupont.

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