
España es la noticia más favorable de los resultados del primer trimestre de Telefónica. Por el contrario, la cruz de las cuentas se encuentra en la depreciación de las divisas latinoamericanas. En términos generales, la balanza neta de la compañía sufre una caída de los beneficios del 56,9 por ciento, hasta los 776 millones, debido a la ausencia -en esta ocasión- de unos ingresos fiscales extraordinarios de 1.180 millones que se produjeron hace doce meses relacionados con O2.
Para respaldar la confianza del grupo en el "fortalecimiento generalizado del negocio", el presidente ejecutivo de la compañía, José María Álvarez-Pallete, reiteró ayer los objetivos financieros y el pago del dividendo de 0,75 euros por acción para este año. Sobre la retribución a los accionistas, y ante las dificultades que se presuponen para que Bruselas apruebe la venta de O2 a Hutchison, todo apunta a que la compañía propondrá el pago de 0,35 euros por acción a través de scrip dividend, lo que trae consigo un aumento de capital con cargo a reservas mediante la emisión de acciones nuevas. Por unas cosas y otras, la bolsa castigó a Telefónica con una caída del 4,25 por ciento, en buena parte provocada por la tendencia bajista del resto del mercado.
El análisis de las cuentas del trimestre arroja un especial protagonismo a España, país donde Telefónica ha recuperado el crecimiento rentable, algo que no sucedía desde estallido de la crisis económica. Por primera vez desde el verano de 2008, el mercado doméstico registra mejoras simultáneas tanto en los ingresos como en el oibda. Así, las ventas de la filial española crecen el 8,6 por ciento (con la aportación no comparable de Canal+ desde mayo de 2015) o del 0,2 por ciento, sin contabilizar la antigua televisión de Prisa. Respecto al oibda, el repunte en términos orgánicos de la filial española aumentó el 2 por ciento, mientras que el dato reportado cayó el 1,2 por ciento, también impactado por el cambio en el perímetro de Canal+.
Supera un bache de ocho años
En cualquier caso, las cuentas correspondientes a España confirman el fin de ocho años de resultados a la baja en las principales magnitudes. La palanca que ha permitido a Telefónica España dar la vuelta a sus cuentas se encuentra en el crecimiento de los clientes de valor. Es decir, se confirma que cada usuario genera más ingresos al operador de un trimestre para otro a cambio de disponer de más prestaciones y servicios. De esa forma, unos pagan más por la contratación de fibra óptica, otros por suscribirse a la televisión de pago con sus contenidos diferenciales, algunos por demandar más datos móviles y muchos por sumar todo lo anterior al mismo tiempo en sus paquetes convergentes. Por todo lo dicho, y gracias a Fusión, los ingresos de Telefónica en España crecieron el 8,6 por ciento, hasta los 3.126 millones.
El incremento medio de los ingresos por línea no sólo se produce en España, sino también se disfruta en el resto de los mercados, con un repunte del 5,2 por ciento. De forma global, la cifra de clientes de telefonía 4G se multiplicó por 2,5 veces, el uso de smartphones aumentó el 26 por ciento, los clientes de súper banda ancha fija (fibra óptica y VDSL), se multiplicaron por 2,8 y los suscriptores de TV se multiplicaron por 1,5. Además, en términos comparables, los ingresos por datos aumentaron casi el 20 por ciento, porcentaje que se eleva al 28,8 por ciento si se excluyen los mensajes cortos.
Todo lo anterior ha contribuido a elevar los ingresos en términos orgánicos el 3,4 por ciento, hasta los 10.784 millones de euros, frente al mismo periodo de 2015. Sin embargo, en términos reportados, las ventas se reducen el 6,6 por ciento debido al impacto adverso de los tipos de cambio de las divisas latinoamericanas. En este caso, dejaron su herida en los resultados las depreciaciones del real brasileño, el peso argentino, el bolívar venezolano y el peso colombiano. Según Telefónica, la variación cambiaria resta 16 puntos porcentuales al dato reportado de los ingresos y 14,8 puntos porcentuales al del oibda?.
La clientela del grupo aumentó el 1 por ciento entre los pasados enero y marzo, con 322 millones de accesos. La deuda neta financiera se incrementó en 292 millones, hasta los 50.213 millones de euros; y la inversión se redujo el 10,6 por ciento, con 1.503 millones de euros.
Otros grandes mercados
El resto de los grandes mercados de Telefónica mejo ró sus magnitudes. Así, el oibda de Brasil creció el 8,2 por ciento en términos orgánicos, con un margen que repuntó en 2,3 puntos porcentuales gracias a las nuevas sinergias. En Alemania, la rentabilidad creció el 6,2 por ciento una vez excluidos los extraordinarios. En el Reino Unido se disparó el flujo de caja el 16 por ciento y en Hispanoamérica repuntó el 11 por ciento el crecimiento orgánico de los ingresos.
Por otra parte, en el tradicional encuentro con los analistas, Álvarez-Pallete, señaló ayer que intereses políticos relacionados con el Brexit pueden provocar que finalmente no salga adelante la venta de la filial británica O2 a Hutchison.