El beneficio de Enagás durante los primeros tres meses del año se ha incrementado un 0,5 por ciento en relación al mismo período de 2015, hasta 101,2 millones de euros. El beneficio bruto de explotación (ebitda) se redujo un 6,6 por ciento, quedándose en 221,6 millones. Los ingresos totales fueron de 302,3 millones, un 1,2 por ciento menos.
Antonio Llardén, presidente de la empresa, inició su intervención ante los analistas remarcando el fuerte aumento del flujo de caja operativo, del 49,2 por ciento, situándose en 155,9 millones. "Refleja la solidez de nuestro cash flow", indicó, aclarando que es un dato de creciente interés en la comunidad financiera.
También destacó que los resultados del período están "totalmente" en línea con lo recogido en su Plan Estratégico, presentado en febrero, a pesar de que en este trimestre se han contabilizado partidas anuales, como el IBI.
Llardén hizo hincapié en la sostenibilidad de la deuda, de 4.146 millones, con un coste del 2,3 por ciento -era del 3 por ciento un año antes- y sin vencimientos importantes hasta 2022, lo que afianza a la empresa en sus calificaciones crediticias.
Durante el período se han invertido 71,9 millones, el 84 por ciento en el extranjero. Las previsiones son destinar 465 millones durante 2016, de los que la mitad ya está comprometida.
Crece la demanda de gas
Durante el trimestre la demanda de gas bajó un 1,4 por ciento, una vez corregida la laboralidad y la temperatura, con una reducción del 16,2 por ciento en la destinada a producir electricidad. No obstante, la demanda industrial -"la que mejor refleja la economía española", en términos de Llardén-, aumentó un 1,8 por ciento, lo que significa que, en el conjunto del año, debería haber un incremento total del 1 por ciento ?en el peor de los casos?, pudiendo llegar hasta el 3 por ciento.