Morgan Stanley obtuvo un beneficio neto de 1.060 millones de dólares, o 55 centavos por acción, al cierre del primer trimestre frente a los 2.310 millones, o 1,18 dólares, que ganó en el mismo periodo de 2015. Supone un 54,4% menos entre ambos periodos, pero supera las previsiones del mercado que esperaba un beneficio por acción de 46 centavos.
Los ingresos de la entidad cayeron hasta los 7.800 millones de dólares frente a los 9.900 millones del periodo anterior. Los expertos preveían unos 7.900 millones. El descenso se debe en parte a la falta de ingresos en el negocio de renta fija.
En concreto, los ingresos netos del negocio institucional disminuyeron un 32%, mientras en el área de inversión bajaron un 29% y un 4% en la división de gestión de patrimonios.