Empresas y finanzas

Fracasa Shuddle, el Uber para transportar a niños y liberar a sus padres

  • La startup se ha quedado sin fondos para seguir creciendo

La idea no parecía mala: un servicio de taxi específico para niños, que se encargue de recogerlos del colegio o de llevarlos a sus clases extraescolares, y en el que los padres puedan estar completamente seguros de que la persona que está al volante es de fiar.

Esa era la premisa de Shuddle, bautizado a menudo como un Uber para niños, que sin embargo acaba de anunciar que cierra de la noche a la mañana. Este viernes será el último que esta startup prestará servicio.

La principal ventaja der Shuddle era la seguridad. Como recuerda Techcrunch, la compañía se encargaba de realizar exhaustivos controles del historial de los conductores para asegurarse de que entre ellos no había nadie a quien los clientes no habrían confiado el cuidado de sus hijos.

Shuddle estaba además pendiente de forma constante de las rutas de los conductores, y vigilaba que ninguno abandonase la ruta marcada, o llevase a cabo acciones peligrosas como conducir por encima del límite de velocidad o escribiese mensajes al volante. Los padres, por supuesto, podían además comprobar la posición de sus hijos en tiempo real.

La compañía ha prometido que abonará a los conductores los importes que se les adeudan, y ha explicado los motivos del cese de opeeraciones: "hemos trabajado duro para encontrar los recursos financieros que nos permitiesen seguir creciendo, pero finalmente no pudimos acceder a los fondos y no podremos seguir operando.

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