Río de Janeiro, 25 sep (EFECOM).- El Gobierno de Brasil redujo desde el 4,5 al 4,0 por ciento su cálculo del crecimiento de la economía este año y recortó en unos 727 millones de dólares su previsión de gasto para cumplir la estricta meta fiscal.
Según un informe bimestral del Ministerio de Planificación y Presupuesto, ese recorte del gasto se basa en proyecciones fiscales sobre "parámetros actualizados" con el fin de cumplir con las metas legales.
Con un rígido modelo de austeridad fiscal, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva mantiene la meta de alcanzar un superávit primario (antes del pago de intereses y capital de la deuda) equivalente al 4,25 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto) de este año.
Esto significa que el estado brasileño debe ahorrar el equivalente a unos 32.000 millones de dólares para destinarlos al pago de la deuda pública (cada punto del PIB equivale este año a unos 9.500 millones de dólares al cambio de hoy).
Esta reducción de la previsión de crecimiento del PIB con respecto al considerado en julio es uno de los parámetros económicos que el Ministerio de Planificación ha tomado en cuenta para solicitar al Congreso este segundo recorte del gasto, explicó el gobierno.
En mayo pasado, el Ministerio ya había recortado los gastos presupuestarios en 14.200 millones de reales (unos 6.500 millones de dólares).
En julio, cuando preveía un crecimiento económico del 4,5 por ciento, lo elevó en 4.800 millones de reales (2.181 millones de dólares), por lo que ahora el recorte neto es de 11.000 millones de reales (unos 5.000 millones de dólares).
El Ministerio explicó que la reducción del gasto va en línea con una menor recaudación de impuestos de la renta por venta de combustibles y de productos industrializados.
El informe prevé una inflación del 3,27 por ciento este año, inferior en 0,42 puntos porcentuales a lo previsto en los parámetros iniciales del presupuesto anual.
La nueva previsión oficial del aumento del PIB todavía está muy por encima de las proyecciones de los mercados financieros.
Una encuesta semanal del Banco Central de Brasil entre más de 100 instituciones financieras privadas que operan en el país corrigió hoy a la baja por segunda vez consecutiva las previsiones del crecimiento del PIB, esta vez a sólo el 3,09 por ciento.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, minimizó hoy en Sao Paulo la postura de los analistas financieros y afirmó que la economía creció entre el 1,2 y el 1,4 por ciento en el tercer trimestre respecto al trimestre anterior.
Mantega cree que las previsiones de los mercados mejorarán en las próximas semanas y que la economía está creciendo con más generación de empleo en la industria, los servicios, la agricultura y las ventas al por menor.EFECOM
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