Iberdrola se ha adjudicado un ciclo combinado de gas en México, que se suma a los tres que ya tiene en construcción. La nueva planta, con una potencia de 890 MW, exige una inversión de 400 millones de dólares -unos 352 millones de euros al cambio actual- y se espera que empiece a operar en enero de 2019.
México, con un crecimiento de la demanda eléctrica del 3,4 por ciento anual y unos entornos políticos y regulatorios estables, es uno de los mercados de referencia para la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán. De hecho, allí planea destinar el 44 por ciento de los 3.700 millones de euros previstos para crecer en generación hasta el final de la década en todo el mundo.
En la actualidad cuenta con más de 5.400 MW de potencia instalada y, contando con la nueva central, otros 2.500 MW en construcción. Su objetivo es llegar al final de la década con 8.550 MW instalados.
La venta de la producción de la nueva central, al igual que la de los demás ciclos, está garantizada; será adquirida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) -también licitadora de la nueva potencia-, en virtud de un contrato de 25 años de duración. La CFE ya es el principal cliente de la eléctrica española en todo el mundo, acaparando tres de cada cuatro kWh producidos en México.
La nueva central, el ciclo combinado de Noroeste, se levantará en la ciudad de Los Mochis, en el Estado de Sinaloa, y producirá energía suficiente para satisfacer las necesidades de más de tres millones de personas.
Iberdrola se encargará de la construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento de la central. Incorporará las turbinas M501J de Mitsubishi Hitachi Power Systems.
Iberdrola está presente en México desde hace 18 años, donde es el mayor productor privado de electricidad. Abastece a 20 millones de mexicanos.
