Google ha diseñado un nuevo concepto para entender la filantropía. Lejos de los actos solidarios de los Gates o de las inyecciones millonarias y desinteresadas de Warren Buffet, Google pretende hacer rentables sus inversiones filántropas, promoviendo la creación de empresas implicadas en el Tercer Mundo y en el desarrollo tecnológico. Al contrario que las típicas fundaciones estadounidenses, las empresas satélites de Google.org sí pagan impuestos y tienen ánimo de lucro. Además, cuentan con un colchón financiero de mil millones de dólares.
Sergey Brin y Larry Page, los fundadores del mayor buscador de Internet, ya han invertido 1.200 millones de dólares en acciones filantrópicas. Google.org está llevando a cabo la financiación de diversas iniciativas para paliar el subdesarrollo en el mundo, impulsar el desarrollo tecnológico y la conservación del medio ambiente.
Su financiación procede del 1% del valor de sus acciones y del 1% de su beneficio anual. Uno de sus primeros proyectos fue el Programa de Donaciones Google, que proporciona un medio para que, organizaciones sin ánimo de lucro previamente seleccionadas, puedan anunciarse.
Hasta la fecha, se han repartido 33 millones de dólares entre 80 organizaciones en diez países del mundo. La Fundación Grameen, Médicos sin Fronteras, Room to Read y la Fundación Make-a-Wish han sido algunas de las beneficiarias.
Las prioridades de Google
La erradicación de la mortalidad infantil en Kenia es su siguiente reto. La Fundación Google tiene proyectado apoyar la investigación que se realizará en la parte occidental del país para buscar fórmulas con las que poner freno a esta criba humana.
Otro de los objetivos prioritarios para Google es la concienciación de la sociedad y, por ende, la implicación del sector empresarial. En este sentido, Acumen Fund es una de las iniciativas más importantes. Su fondo proporciona apoyo a empresas que proporcionan los productos a un precio asequible al Tercer Mundo.
TechnoServe o PlanetRead son otros de los compromisos impulsados por Google.org. El primero trata de impulsar ideas empresariales comprometidas con el Tercer Mundo. Concursos como el Plan de Negocio y el Programa de Desarrollo de Empresarios en Ghana han formado parte de las actividades del fondo. El segundo concentra su trabajo en India e intenta extender la alfabetización en el país mediante el uso de películas con subtítulos escritos en el mismo idioma.
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