Empresas y finanzas

Los consumidores eléctricos piden gestión de la demanda

Los consumidores de electricidad de pequeño y mediano tamaño, agrupados en la Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE), reclaman una regulación que permita la aparición de empresas especializadas en gestión de la demanda que les permitan ahorrar en el consumo de energía y participar en los servicios de ajuste del sistema, percibiendo una remuneración a cambio.

ACE celebró el viernes una jornada bajo el lema El precio de la energía eléctrica como factor de competitividad en la que intervinieron generadores, distribuidores y comercializadores -Gas Natural Fenosa, Endesa, Iberdrola, Engie, EDP y Viesgo-, el operador del sistema eléctrico, REE, los operadores del Mercado Ibérico de la Electricidad -Omie y Omip-, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y los consumidores, representados por Cirsa, Cortefiel y la propia ACE. También participó elEconomista.

Uno de los elementos destacados durante el acto fue la falta de desarrollo en España de un mercado para la gestión de la demanda, algo que avanza a gran velocidad en otros países, como EE UU.

Al otro lado del Atlántico hay empresas, como Enernoc, que gestionan los consumos de electricidad de sus clientes, ajustándolos en función de los precios horarios de la energía para proporcionarles un ahorro directo.

Además, estos intermediarios, conocidos como agregadores por aglutinar pequeñas demandas hasta conseguir un volumen significativo, pueden obtener ingresos prestando servicios al sistema, como hace Flextricity -filial de Alpiq- en Reino Unido. El mecanismo seguido por estos agregadores es similar al ya existente de la interrumpibilidad: reducen la demanda de sus clientes en función de las indicaciones del operador del sistema eléctrico y cobran por ello.

Varios de los asistentes, pero especialmente la de REE, Susana Bañares, jefa del Departamento de Gestión de la Demanda, se mostraron convencidos de que a este tipo de servicios les ha llegado la hora en España y que podrían ser una realidad palpable en dos o tres años, atendiendo a los plazos habituales de promulgación normativa.

Este momentum para la materialización de la gestión de la demanda ha llegado de la mano de la tecnología, que permite a los consumidores convertirse en actores realmente activos, al generarse su propia energía, almacenarla y gestionarla según sus necesidades. Los nuevos códigos de red que se están implementando en toda la UE también ayudan a que la demanda abandone su tradicional pasividad.

Buena gestión de compras

Pero hasta que la posibilidad de obtener ahorros e ingresos con la gestión de la demanda, a los consumidores de electricidad no les queda otra opción que afinar en las compras de energía, para reducir su impacto en las cuentas de resultados.

Y aquí esto resulta más complejo que en otros países, por la variablidad de los precios: los de los mercados de futuros en España y Portugal suelen ser mucho más altos que los de nuestros vecinos del norte, por la prima de riesgo que conlleva esa variablidad.

La gestión activa de la demanda también ayudaría a reducir esa prima, al aplanar la curva de carga y reducir los diferenciales de precio entre las puntas y los valles.

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