
Meliá Hotels International abre hoy el plazo de dos semanas para que los bonistas puedan solicitar la conversión en acciones de sus bonos. La hotelera española comprará bonos por valor de 250 millones de euros con la intención de reducir su deuda en hasta 223 millones de euros. La compañía anunció que el próximo 25 de abril procederá a la amortización anticipada de la emisión de obligaciones convertibles realizada en 2013.
La deuda neta de Meliá a cierre de 2015 ascendía a 769 millones de euros. "De convertirse el cien por cien de los bonos, la deuda se reduciría en 223 millones de euros, porque de los 250 millones del bono una parte está como deuda y otra como fondos propios", informan fuentes de la empresa a elEconomista. A nivel de deuda bruta, a los 769 millones habría que sumarle los 348,6 millones de tesorería, por lo que la reducción de la deuda supondría el 20 por ciento de la misma quedándose en 894 millones. Para los bonistas que no soliciten la conversión se procederá al pago en metálico de 7,319 euros por bono.
Ampliación de capital
La conversión de bonos conllevará aparejada una ampliación de capital de 29,1 millones de acciones en el caso de que la totalidad de bonistas acepten el canje por acciones, según el análisis realizado por la sociedad de valores y banca de inversión Beka Finance.
La empresa comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 25 de marzo que ya ha empezado a notificar esta amortización "por los medios oportunos" a los titulares de las obligaciones emitidas en 2013 sobre las que no se haya solicitado la conversión. En este sentido, informó de que en aquellos casos en los que con antelación al 25 de abril se reciban solicitudes de conversión de las obligaciones, la empresa procederá a atender esas solicitudes mediante la emisión de nuevas acciones o la entrega de acciones existentes.
La cadena hotelera emitió en marzo de 2013 obligaciones convertibles por acciones por un importe nominal de 200 millones de euros, emisión que se amplió en 50 millones de euros adicionales en septiembre de ese mismo año. Meliá informó entonces de que se reservaría el derecho a amortizar todas las obligaciones a partir del tercer año si el precio de las acciones fuese superior en más de un 130% al precio de conversión.
El presidente de la multinacional, Gabriel Escarrer, ya adelantó a este diario que Meliá Hotels International tenía la intención de llamar a los tenedores de los bonos para canjearlos por acciones de la compañía a partir de este mes de abril y hasta el vencimiento de los bonos, que es en dos años. Esto podría ejecutarse siempre que la acción estuviera por encima de los 9,51 euros. La hotelera cerró el pasado viernes a 10,54 euros el precio por acción.