
El multimillonario mexicano Carlos Slim ha comprado una participación del 6,4% en la empresa propietaria de The New York Times. Slim, el segundo hombre más rico del mundo según la revista Forbes, es el segundo inversor destacado que este año compra una parte de la compañía, que publica The New York Times, The Boston Globe y otros diarios más pequeños.
"Es financiera", dijo Slim ayer a los periodistas en la Ciudad de México ante la pregunta de por qué adquirió la participación en el grupo estadounidense. El empresario dijo que no se trata de un movimiento estratégico en los medios estadounidenses y no quiso decir cuánto pagó por la participación o si podría incrementarla en el futuro.
Según Forbes, Slim, hijo de inmigrantes libaneses y un peculiar empresario que evita los aviones privados, los yates y otras comodidades de los ejecutivos, tiene una fortuna estimada en 60.000 millones de dólares, detrás de Warren Buffett, presidente ejecutivo de Berkshire Hathaway, quien posee un capital de 62.000 millones de dólares.
La empresa telefónica de Slim en México Telmex, un ex monopolio estatal, tiene el 90% de las 20 millones de líneas fijas en el país y su firma de telefonía móvil América Móvil es la mayor de América Latina con operaciones de México a Brasil.
Una portavoz de Times no quiso hacer comentarios sobre la participación, que fue revelada en un documento regulatorio de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés). A principios de este año, Times fue el objetivo de otro inversor de alto nivel. El hedge fund Harbinger Capital Partners amasó una participación similar a la de la familia Ochs-Sulzberger, que controla Times a través de una clase especial de acciones.
El esfuerzo estuvo encabezado por Phil Falcone de Harbinger, quien llevó a dos de sus candidatos al consejo dentro de un acuerdo para evitar una lucha de poder. Harbinger ha buscado cambios en el grupo Times para elevar el valor del grupo en bolsa, que ha caído un 33% en los últimos 12 meses mientras los ingresos de la empresa por publicidad han bajado y los lectores acuden a Internet en busca de noticias.