
La Autoridad del Canal de Panamá ha lanzado ya un aviso a todas las navieras que usan la estratégica infraestructura que conecta el océano Pacífico con el Atlántico: se avecina una sequía que reducirá la cantidad de agua dulce disponible en la sección central, y habrá que restringir el tráfico.
En un comunicado emitido el lunes, la Autoridad ha advertido de que a partir del 18 de abril no podrá pasar por sus esclusas ningún barco con un calado superior a 11,89 metros. Los que rebasen esa cifra tendrán que cambiar su ruta o transbordar parte de su mercancía a tierra o a otros navíos.
La restricción, que la Autoridad califica como "temporal y preventiva" tiene como objeto evitar la posibilidad de que un navió encalle en la vía de agua, y es consecuencia de la falta de lluvias que sufre el pequeño país centroamericano a raíz del fenómeno climático conocido como El Niño, que ha reducido el nivel de la lámina de agua en los dos lagos de agua dulce que conforman su parte central: el de Gatún y Alhajuela.
Las restricciones posteriores se irán implementando en escalones de 15 centímetros y se advertirán siempre con cuatro semanas de adelanto, para dar suficiente tiempo a las empresas que usan el canal.