Los bancos minimizan una exposición que no llega al 3,3% del crédito
La exposición de BBVA y Santander al crudo está acotada a 24.500 millones de euros, cifra significativa en cuantía absoluta pero casi irrelevante en el conjunto de sus riesgos. Con ocasión del encuentro financiero que organiza Morgan Stanley en Londres anualmente, ambos bancos desglosaron sus cifras para despejar las dudas que se ciernen sobre la industria con la fuerte crisis del petróleo y materias primas.
En BBVA la incertidumbre era, si cabe, mayor como dueño de un banco líder en la economía mexicana, sumamente dependiente del petróleo, y por la posición en ciertas regiones de EEUU. Su consejero delegado, Carlos Torres, limitó a 15.800 millones la exposición total al riesgo del petróleo y gas.
El importe supone apenas un 3,3 por ciento de los 466.700 millones en cartera crediticia, pero llega a copar el 6,3 por ciento de su financiación en México, con 3.100 millones; y el 6,2 por ciento de la cartera de la filial Compass en EEUU, donde reconoció el seguimiento estrecho de 3.500 de los 4.000 millones expuestos a este riesgo.
Un 65 por ciento, según detalló, se encuentran en compañías con calificación de solvencia de investment grade y la mitad corresponden a proyectos de firmas líderes del sector petrolífero. Torres limitó al 1 por ciento la cartera con algún impago y al 36 por ciento la inversión en firmas de calificaciones inferiores al investment grade.
El Santander tiene a su vez 9.500 millones o el equivalente al 1,3 por ciento del portfolio total del grupo, detalló su consejero delegado, José Antonio Álvarez, en el mismo foro. En su caso, la exposición es más comedida y cuenta con mejores calificaciones. El 43 por ciento se encuentra ligada a empresas y proyectos con ratings entre AAA y A, otro 46 por ciento es BBB y solo el 11 por ciento inferior a esta solvencia. Un 30 por ciento lo asumió en América Latina, el 23 en Reino Unido y un 18 por ciento con empresas de la industria en España.