Montevideo, 22 sep (EFECOM).- Directivos de la empresa española Ence se reunirán antes de un mes con miembros del Gobierno uruguayo para seguir analizando la decisión de reubicar la planta de celulosa que tienen proyectado instalar en Uruguay.
"Quedamos en que iban van a volver en 20 días o un mes y vamos a seguir hablando", dijo hoy a Efe el ministro de Industria de Uruguay, Jorge Lepra.
El ministro recibió este jueves al presidente de la firma, Juan Luis Arregui, y al consejero delegado, Pedro Oyarzábal, quienes le informaron de que la empresa piensa permanecer en el país, pero no va a construir la planta de celulosa en Fray Bentos, a orillas del río Uruguay, frente a las costas argentinas, como tenía pensado.
Según Lepra, el anuncio fue "muy claro, muy concreto" y "cuando llegue el momento" se estudiará el nuevo emplazamiento de la fábrica.
El relación a las versiones que recogen varios medios y que indican que Ence y Argentina habrían llegado un acuerdo y que la firma española acabaría no construyendo la planta en Uruguay, el ministro dijo: "sería una imprudencia de mi parte no confiar en algo que fue declarado de forma tan rotunda".
Arregui dijo el jueves que aún no tenían claro dónde iban a ubicar la planta y que se barajaban tres o cuatro hipótesis distintas, sobre las cuales el Ejecutivo uruguayo no va a intervenir, según Lepra.
"Nuestro gobierno no impone condiciones a los inversores, necesitamos inversores y lo que sí, cuando llegue el momento, analizamos si está dentro de la normativa y dentro de un marco jurídico adecuado", señaló.
Inicialmente, Ence tenía autorización para construir una planta cuya capacidad de producción alcanzaría las 420.000 toneladas de pasta de celulosa y recientemente había pedido autorización para ampliarla hasta 500.000 toneladas, lo que estaba siendo analizado por los técnicos del ministerio de Medio Ambiente.
Según Arregui, ahora se busca construir una planta que pueda producir 1.000.000 de toneladas, algo que también justifica el cambio de ubicación.
El directivo español descartó en todo momento que la decisión haya sido motivada por las quejas argentinas al proyecto de Ence y a otro similar de la empresa finlandesa Botnia, que, en conjunto y antes del cambio de ubicación, suponían inversiones por 1.800 millones de dólares.
Los ciudadanos y el Gobierno de Argentina se oponen a la instalación de las plantas en Fray Bentos por considerarlo un peligro para el medioambiente, lo que ha ocasionado el mayor conflicto en 50 años entre ambos países, que los ha llevado incluso a dirimirlo en el Tribunal Internacional de la Haya. EFECOM
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