
La farmacéutica catalana Grifols invertirá 326 millones de euros en los próximos cinco años, de los cuales apenas el 18%, unos 58 millones, se quedarán en Cataluña. El resto del plan de inversiones industriales de 2016 a 2021, más de 270 millones, se repartirá entre EEUU e Irlanda, países en los que la compañía productora de derivados de la sangre pretende construir tres de las cuatro nuevas fábricas, previstas en su crecimiento, en los próximos cinco años.
La mayor de estas inversiones, según el plan aprobado por el Consejo de administración el pasado 26 de febrero, se realizará en Carolina del Norte, en la localidad de Clayton, donde la farmacéutica instalará finalmente su nueva gran planta de fraccionamiento de plasma, su principal negocio.
Grifols había mantenido hasta el último momento la duda de si esta nueva fábrica se instalaría en Cataluña o en EEUU y al final se ha decantado por Carolina de Norte, donde realizará una inversión de 82 millones en esta planta y otros 109 millones en otra fábrica de purificación.
La nueva planta de fraccionamiento de plasma en el complejo industrial de Clayton tendrá capacidad para fraccionar 6 millones de litros de plasma al año. Las obras se iniciarán en el primer trimestre de 2017 y se prevé su puesta en funcionamiento a principios de 2022. La otra planta, de purificación de inmunoglobulina intravenosa, estará en marcha en 2021.
Además, la compañía catalana invertirá 77 millones de euros en una nueva planta de purificación de albúmina en Dublín (Irlanda), con capacidad para producir entre 130 millones y 150 millones de gramos/año de este producto. El inicio de su construcción se prevé a finales de 2016 y podría entrar en funcionamiento a principios de 2020.
La tesorería, en Irlanda
La cuarta de las plantas previstas para los próximos años se abrirá en las principales instalaciones de Grifols en España, en Parets del Vallès (Barcelona). Será una planta de purificación para la obtención de Prolastin. Esta planta, en la que se invertirá un total de 58 millones de euros, está ya construida y se encuentra aún en fase de validación por las autoridades europea y americana. La farmacéutica espera que empiece a operar a finales de 2017 o inicios de 2018.
Hay que recordar que Grifols ya trasladó en 2014 a Irlanda toda su política comercial, las actividades de I+D y la gestión de la tesorería.