
El sector del cava ha cerrado un ejercicio agridulce. Aunque 2015 ha acabado como el segundo mejor año en volumen de ventas con 244 millones de botellas, un 0,7% más que el año anterior, la campaña de Navidad no ha ido tal y como preveían.
Durante los últimos meses del año, la venta de vino espumoso se paró en seco y descendió un 0,8%, cuando el resto del año tenía un crecimiento del 7%.
El presidente del consejo regulador, Pedro Bonet, atribuyó este fenómeno a "las turbulencias y la incertidumbre política por las elecciones, ya que había mucha gente que no sabía lo que iba a pasar y estaba pendiente de ello".
A pesar de estos impedimentos, la mejora fue posible gracias a la buena evolución del mercado exterior, que supone un total de 157 millones de botellas, un 64% del total.
Además, Bonet destacó la recuperación del mercado europeo, alcanzando los 114 millones de botellas, gracias a la recuperación del mercado alemán y de la progresión del francés.