
El consejero y también accionista de Sacyr, con el 5% de la constructora, José Moreno Carretero, tiene el 32,91% de Altyum Proyectos y Obras, una de las principales firmas en torno a las que gira la investigación del caso Frontino.
La constructora, presidida por Nicolás Steegmann, en prisión desde el pasado 20 de enero, recibió varios contratos de Acuamed por al menos 18,3 millones de euros. El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, reveló en su auto la existencia de "amaños" en las adjudicaciones y sobrecostes.
Moreno Carretero, fundador del grupo Altec y una de las mayores fortunas de Castilla-La Mancha con 200 millones de euros, según la lista Forbes, posee las acciones de Altyum a través de la empresa Beta Equity, según refleja el Registro Mercantil.
De hecho, la constructora presuntamente beneficiada por Acuamed se llamaba Altec Infraestructuras, nombre insignia del conglomerado empresarial del constructor, hasta junio de 2014 cuando fue bautizada como Altyum. Carretero ha ido perdiendo peso en la firma investigada hasta quedarse con el 32,91%, aunque en 2013 tenía hasta el 59,7%.
El accionista de Sacyr fue además consejero de Altyum hasta noviembre de 2015, fecha en la que ya se había iniciado la investigación del caso Frontino, pero aún se mantiene como apoderado en el consejo de administración.
Contratos "amañados"
El auto judicial destaca que en el contrato de abastecimiento de agua en los municipios de Campello y Mutxamel (Alicante) por 9,12 millones "la adjudicación se amaña para acabar dándosela a Altec" en contra de los informes técnicos. Igualmente, revela que en las obras de la presa de Antiavenidas del Río Serpis en Valencia "se hizo una liquidación a favor de Altec-Altyum por casi dos millones de euros más de lo que procedía, enmascarando esos importes hinchados en inexistentes trabajos de arqueología".
El presidente de la firma fue metido en prisión sin fianza junto a tres altos cargos de Acuamed.