El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha hecho gala de independencia respecto a la voluntad de los partidos políticos con representación parlamentaria. Ayer, en contra de una carta firmada por todos los grupos, menos el PP, su Pleno decidió aprobar una serie de informes relativos a las mejoras que la central nuclear de Santa María de Garoña debe acometer si quiere volver a producir electricidad.
En la citada carta, los partidos le pedían al CSN que esperara hasta que se hubiera formado un nuevo Gobierno. Éste debe decidir si autoriza la reapertura de la planta atómica tras recibir el informe definitivo del organismo, que no llegará hasta el segundo semestre del año.
Garoña se detuvo en diciembre de 2012, porque no era rentable, después de que el Gobierno le aplicara nuevos impuestos. Tras un cambio normativo, en mayo de 2014 la propietaria solicitó la renovación de la licencia hasta marzo de 2031.
Almaraz es segura
En otro orden de cosas, el CSN también ha informado sobre la situación de la central de Almaraz, que sufrió un fallo en una bomba del sistema de refrigeración el mes pasado por falta de mantenimiento, según un informe de los técnicos del organismo. No obstante, ayer el Pleno consideró que la central es "segura" y que está en condiciones de operar, aunque aún se desconoce el origen del problema. Los ecologistas han pedido su "parada cautelar" hasta que el fallo se solucione definitivamente.