
Turner Construction, una de las filiales de ACS en Estados Unidos, ha llegado a un acuerdo con las autoridades del Condado de Santa Clara, en California, para resolver la disputa que les enfrentaba desde septiembre pasado y retomar así las obras para la ampliación del hospital Santa Clara Valley, en la localidad de San José.
La compañía dispondrá de 85 millones de dólares (78 millones de euros al cambio actual) adicionales de fondos públicos para terminar el proyecto, cuyo presupuesto inicial ascendía a 300 millones de dólares (275 millones de euros). El compromiso de Tuner es entregarlo a mediados de 2017 y situará al frente del proceso al propio consejero delegado de la firma, Peter Davoren.
El contrato inicial para la ampliación del hospital establecía que Turner debía concluir el proyecto en 2012. No obstante, tras varias prórrogas, el último plazo obligaba a hacerlo en septiembre de 2015. No lo hizo, lo que propició que las autoridades de Santa Clara decidieran rescindir el contrato y, además, presentaron una demanda contra Turner por daños y perjuicios que podía acarrear "decenas de millones de dólares" para la filial de ACS, en la que el grupo español tiene una participación del 61,44%, como informó este diario.
Tras anular el contrato, las autoridades californianas, que denunciaron que las continuadas prórrogas del proyecto se debían al bajo número de trabajadores dispuesto por la constructora, acordaron que sería la compañía estadounidense Boldt Construction la que culminaría las nuevas instalaciones en el Santa Clara Valley Medical Center, que dispondrán de 168 habitaciones adicionales.
Sin embargo, esta constructora estimó que los costes adicionales necesarios para terminar el proyecto ascenderían a 126 millones de dólares (115 millones de euros). Una cifra muy superior a la pactada finalmente y que además no incluía los costes derivados de algunas reclamaciones pendientes ni del litigio principal que se habría iniciado con Turner.