CaixaBank ha elegido el camino de la prudencia. El banco anunció ayer que había mejorado sus beneficios un 31,4 por ciento en 2015, hasta los 814 millones de euros, a pesar de que había realizado fuertes dotaciones para cubrir riesgos no relacionados con el crédito, que aumentaron un 87 por ciento respecto a 2014, hasta los 923 millones.
La entidad ha sacrificado rentabilidad para evitar posibles problemas en el futuro y, en los resultados del cuarto trimestre, ha ajustado el impacto que supondría que la justicia obligara a la banca, con carácter retroactivo hasta 2013, a devolver los intereses cobrados de más por la aplicación de cláusulas suelo en los contratos hipotecarios.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, no desveló el importe exacto de dicha provisión, pero podría suponer una parte importante de los 536 millones del capítulo de ?otras provisiones? que figura en las cifras del cuarto trimestre. CaixaBank también ha aprovechado para realizar otros ajustes ?únicos?, como adaptar la valoración de su participación en Sareb, y para realizar determinados ajustes por Abengoa. Sin desvelar datos sobre la exposición crediticia a esta última, Gortázar señaló que está provisionada con un enfoque conservador ?como siempre en situaciones de este tipo? y que espera que las negociaciones finalicen y se preserven los puestos de trabajo.
El deseo del banco de reducir riesgos, unido a la contribución negativa de Repsol -que ha acumulado unos números rojos de 1.200 millones por la caída del precio del crudo - ha estropeado los números del cuarto trimestre. CaixaBank había conseguido defender su margen de intereses -que alcanzó los 1.045 millones, con una tasa de crecimiento intertrimestral del 0,67 por ciento-, pero los ajustes anteriores han provocado 182 millones de pérdidas entre octubre y diciembre.
Buen ritmo de las comisiones
En 2015, sin embargo, el banco ha crecido en todas sus principales magnitudes. Tanto el margen de intereses, como el bruto, que mejoran un 4,8 y 11,3 por ciento, respectivamente, como los ingresos por comisiones, que aumentan más de un 10 por ciento, avanzan. Asimismo, gana cuota de mercado en numerosas áreas (véase gráfico).
Respecto al posible papel que el banco pueda jugar si se producen nuevas fusiones, Isidro Fainé, presidente de CaixaBank, explicó que no está analizando ninguna operación en España ni fuera, a excepción de BPI. Fainé explico que para la entidad sigue siendo prioritario que se levante el blindaje que le impide ejercer todos sus derechos de voto dentro del banco portugués, o que se llegue a un acuerdo de socios. Por ahora, CaixaBank sigue estudiando el siguiente paso a dar con el banco luso.
Sobre la evolución de la cartera de crédito, que el año pasado creció un 4,7 por ciento, frente a una reducción del 4,1 por ciento del sector. La financiación para particulares creció más que la media del grupo, al mejorar un 8,7 por ciento. Los créditos para la compra de vivienda suben un 11,1 por ciento.