Empresas y finanzas

El auditor cuadruplica las pérdidas del grupo empresarial de la ONCE

Ilunion, la corporación empresarial de la ONCE, no consigue dejar atrás los números rojos. Aunque en el último ejercicio con cuentas auditadas, las pérdidas se redujeron significativamente, al pasar de 25,7 millones de euros en 2013 a 18,1 millones en 2014, el auditor ha puesto una salvedad que supone multiplicar por cuatro ésta último cifra.

En su informe de supervisión, PricewaterhouseCoopers pone una salvedad a los estados financieros del grupo y asegura que las pérdidas están en realidad infravaloradas en 48,6 millones de euros, con lo que el resultado negativo se habría elevado en realidad a 66,7 millones, casi cuatro veces más por lo tanto.

Es algo que ocurrió también en 2013 y que le costó una salvedad similar a la corporación empresarial de la ONCE, aunque en ese momento las pérdidas estaban infravaloradas en una cantidad menor: 34,9 millones. Rafael García, el auditor que firma el informe, explica en el mismo que "en los ejercicios 2014 y 2013 el grupo ha registrado deteriores por importe de 48,6 y 34,9 millones de euros respectivamente, relacionados con el valor de su inmovilizado material y existencias".

El problema según dice es que "en ambos ejercicios, estos deterioros han sido registrados en su totalidad contra las reservas, en lugar de haberse registrado como gasto en la cuenta de pérdidas y ganancias consolidada en los ejercicios correspondientes 2014 y 2013, tal y como requiere el marco normativo de información financiera aplicable".

Salvedad contable

El auditor incluye así una salvedad porque tanto las pérdidas como las reservas se encuentran infravaloradas pero insiste también, no obstante, en que excepto por los efectos que pueda tener este hecho, "las cuentas anuales consolidadas expresan en todos los aspectos significativos la imagen fiel del patrimonio consolidado y de la situación financiera" de Ilunion. Fuentes de la ONCE explicaron ayer que el deterioro de los activos responde a un ajuste inmobiliario y que se hizo contra reservas para reflejar mejor la situación real de la empresa y que las cuentas de 2013 y 2014 fueran comparables.

La ONCE decidió ya en 2014 dar un vuelco estratégico a su cartera empresarial y abandonar por completo el negocio inmobiliario, en el que operaba a través de su participada Oncisa. Según explicaban a principios de 2015 fuentes de la organización de ciegos, "el objetivo es centrarnos en actividades que sean muy intensivas en mano de obra para poder generar el mayor número posible de empleos, teniendo en cuenta que más de la mitad corresponden a personas discapacitadas".

Esfuerzo inversor

El esfuerzo inversor se centra así en el negocio hotelero -el grupo es propietario de la antigua cadena Confortel, que opera hoy también bajo la marca Ilunion- y, sobre todo, en el área de servicios, con actividades como la seguridad o la limpieza, además de las tiendas de conveniencia que la ONCE explota ya en hospitales y estaciones de tren. Ilunion, el holding que integra ahora a todas las compañías de la organización, alcanzó ya en verano de 2014 un acuerdo con la sociedad Hispania Activos Inmobiliariarios para traspasarle por 80,2 millones de euros el 90% de Oncisa y quedarse con una participación de sólo el 10%, a la espera de vender también esta participación.

Aquella operación se materializó a través de la suscripción de una ampliación de capital y permitió a Hispania hacerse con el control de la sociedad de la ONCE, que gestionaba en ese momento 46.416 metros cuadrados de oficinas. Los activos de la inmobiliaria se distribuían en 9 inmuebles valorados en 120,4 millones de euros, incluida deuda, de los que ocho se encuentran en Madrid y uno, en Málaga.

En 2014, Ilunion alcanzó unos ingresos de 431,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,3% respecto al año anterior. Asimismo, y gracias a la retirada del sector inmobiliario ha habido una considerable reducción de la deuda. Los compromisos financieros a largo plazo han bajado de 145,2 a 93,4 millones de euros mientras que el pasivo a corto plazo ha bajado también de 80,3 millones a 63,7 millones de euros.

La deuda total de las empresas de la ONCE se ha reducido así un 30%. A 31 de diciembre de 2013 se situaba en 224,5 millones de euros y al cierre de 2014 la cifra se había rebajado en 68 millones, hasta 157,1 millones de euros.

En conjunto, los ingresos de la Organización Nacional de Ciegos Españoles y sus empresas se redujeron en 2,5% en 2014, hasta un total de 2.180 millones de euros. En esa misma línea, los ingresos derivados de la actividad del juego cayeron un 3,8%, desde 1.836 millones a 1.765 millones de euros, de acuerdo con las memorias consolidadas de la organización. El resultado negativo presenta unas pérdidas de 13,7 millones.

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