La salida de la multinacional Bayer de Tarragona, anunciada para finales de 2017, tendrá un efecto tsunami en varias compañías químicas de Cataluña, pero especialmente su impacto se dejará notar en una: la empresa química Ercros.
Y es que la farmacéutica alemana es hasta ahora el mejor cliente de su negocio principal: el cloro. En concreto, el contrato con Bayer para su abastecimiento de cloro supone para Ercros la mitad de las ventas de su fábrica de Vila-Seca, la mayor de sus plantas en Cataluña y dedicada a la producción de este elemento químico que actualmente representa el 65% de los ingresos anuales del grupo.
La filial química de Bayer -ahora denominada Covestro- anunció a finales del pasado año su decisión de abandonar en dos años la mayor planta que tiene en España, situada en el polígono industrial de La Canonja de Tarragona, y que se dedica a la fabricación de productos químicos derivados del poliuretano.
Covestro confirmó el cierre de la planta de producción de MDI (la materia prima que elabora) para finales de 2017 debido a que "las instalaciones en Tarragona ya no pueden seguir siendo competitivas como un centro de producción de MDI en Europa", aseguró entonces la empresa. Un jarro de agua fría para la zona y para Ercros. Bayer ha sido durante años la consumidora de la mitad del cloro producido en la fábrica de Vila-Seca I.
El grupo tiene un contrato con la multinacional para el suministro de este producto que finaliza precisamente el 30 de noviembre de 2017. Fuentes oficiales de la compañía consultadas por este periódico han reconocido el impacto del anuncio de Bayer, pero no han querido valorar el alcance del mismo. "Sin duda la salida de Covestro a finales de 2017 influirá a la fábrica de Vila-Seca I, pero aún es pronto para cuantificarlo en qué medida afectará", apuntaron a elEconomista.
Otras fuentes del entorno de Bayer apuntan incluso a que buena parte de las razones de la alemana para cerrar su planta de Tarragona están relacionadas con las inversiones de la propia Ercros en la tecnología de esta planta.
Cambio de tecnología
Y es que la compañía española debe cambiar gran parte de su tecnología para la fabricación de cloro antes de diciembre del 2017 en cumplimiento de las normativas europeas y, a día de hoy, aún no ha anunciado su decisión respecto a la inversión necesaria para ese cambio. Este cambio de tecnología supondría para Ercros una inversión aproximada de 100 millones de euros, de los que más de 60 millones serían necesarios para el complejo de Vila-Seca.
Ercros había supeditado esta inversión a la continuidad del contrato con Bayer, según recoge su memoria anual. "Dado el elevado coste que supone el cambio de la tecnología en estas plantas, tal esfuerzo inversor sólo vendría justificado si el precio de la sosa mejorara sobre los niveles observados en 2014 y la demanda de cloro se mantuviera inalterada respecto de la actual, extremos sobre los cuales, en estos momentos, no se dispone de suficiente visibilidad para fundamentar una decisión definitiva", afirmaba la compañía.
La fábrica de Vila-Seca I es la principal planta productora de cloro de la sociedad, con una capacidad instalada de 190.000 toneladas al año. La propia Ercros ya temía que el contrato con Bayer no se renovase una vez más y así reconoce en su último balance anual que "no dispone en la actualidad de ningún acuerdo para continuar suministrando cloro con posterioridad a dicha fecha (noviembre de 2017)".
Con la finalización de este contrato, Ercros podría ver reducida considerablemente su capacidad de producción de cloro y sosa cáustica, lo que afectaría de forma significativa a la rentabilidad de la compañía.
