Empresas y finanzas

Millones de metros cuadrados de suelo del litoral valenciano, en revisión

  • El plan afecta a terrenos programados...
  • ... lo que podría generar indemnizaciones a empresas e inversores

La definición de un nuevo modelo económico y social en la Comunitat Valenciana, pasa, necesariamente, por la gestión sostenible de sus recursos naturales.

Así lo entiende el nuevo Gobierno valenciano, que ha situado la reordenación urbanística del litoral como una de las líneas prioritarias de trabajo en sus primeros meses. La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha presentado el borrador del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel), con el que pretende "acabar con el modelo de depredación del territorio costero y sustituirlo por un modelo de protección y regeneración del litoral", según la consellera, María José Salvador.

El ámbito de aplicación del Pativel abarca, inicialmente, más de 53 millones de metros cuadrados de suelo (5.300 hectáreas). De ellos, unos 23 millones de metros cuadrados son de suelo no urbanizable, 20 millones de metros cuadrados, de suelo urbanizable sin programar y entre 10 y 15 millones corresponderían a suelo urbanizable ya programado. El tratamiento de este último puede generar problemas jurídicos y técnicos, así como la solicitud de indemnizaciones por parte de ayuntamientos, empresas constructoras y promotoras e inversores, lo que obliga a la Administración autonómica a extremar la cautela al abordar su revisión.

Su "ámbito estricto" de actuación se establece en los 500 metros tierra adentro desde el borde costero -franja que, a pesar de suponer únicamente el uno por ciento de la superficie de la región, aporta el 15% del PIB autonómico, debido, sobre todo, a la actividad turística y a la portuaria-, si bien el "ámbito ampliado" se extiende hasta los 2.000 metros, pudiendo aumentarse "para garantizar la plena conectividad territorial de la infraestructura verde del litoral con el interior del territorio".

La primera medida es una moratoria de un año para los planes urbanísticos en los primeros 500 metros de franja litoral, periodo en el que se definirá y aprobará el plan.

El objetivo del Pativel, según Salvador, es "actuar de manera inmediata sobre el espacio, definiendo su infraestructura verde, conexiones con el interior del territorio, relaciones con el borde urbano y corrigiendo, en lo posible, los grandes errores de planificación que se han producido. Se trata de definir un modelo urbanizador en sintonía con los procesos naturales del territorio, teniendo en cuenta los principios de seguridad jurídica y proporcionalidad de actos de la Administración, buscando el consenso".

"Nuestro litoral ha estado siempre en el punto de mira como mal ejemplo internacional en contra del desarrollo sostenible de un territorio, y, tanto diferentes instituciones y organismos europeos, como los informes de entidades especializadas, nos recuerdan la necesidad de eliminar los puntos negros del litoral", afirma Salvador.

Posibles impactos

Expertos en legislación urbanística, advierten de que las mayores reticencias pueden venir por parte de los ayuntamientos, "ya que supondrá una limitación al desarrollo de los municipios, para los que los planes urbanísticos han sido, en los últimos años, fuente de ingresos y crecimiento". La Conselleria apela al impacto positivo que se espera que el nuevo planeamiento tenga sobre el turismo, e incluye en su propuesta "acciones dinamizadoras y de regeneración", apoyadas con fondos europeos Feder.

El Pativel afecta a 60 municipios. La intención es valorar y tomar decisiones caso por caso, con técnicos en terreno, para garantizar "la seguridad jurídica" de las inversiones. Se descarta, a priori, actuar sobre suelos donde se hayan iniciado los desarrollos.

Otra de las posibles consecuencias que puede tener la aplicación del plan es, según los promotores, un encarecimiento de los terrenos, al reducir la oferta disponible.

Actualmente, en el primer kilómetro de territorio del litoral, el 46% del suelo está urbanizado, el 31% se destina a uso agrícola, el 19%, a forestal y el 4% son zonas húmedas. En los primeros 500 metros, la mitad del suelo es urbano o urbanizable, el 44%, protegido y, el 6%, no urbanizable.

Valencia es la provincia con mayor cantidad de suelo urbanizable sin desarrollar en esa franja costera, con unas 1.400 hectáreas. En el caso de Castellón, serían unas 1.100 hectáreas y, en Alicante, unas 250. Si se desarrollasen totalmente, se sumarían unas 125.000 viviendas.

Mientras que la población en esta zona creció un 31% entre 1991 y 2014, el suelo urbanizado lo hizo a un ritmo 3,5 veces superior. "Sin el Pativel se iría, sin duda, al desarrollo urbanístico de suelo no urbanizable no protegido. Con un ritmo similar al de los últimos años, estos suelos se sellarían totalmente en 20 años. Si se produjera una revitalización de la construcción, sería en menos de 10 años", advierten los técnicos.

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