Repsol avanza en la materialización de su Plan Estratégico, uno de cuyos pilares es la gestión de los activos adquiridos tras la compra de Talisman Energy, el pasado mes de mayo.
Así, ha anunciado cuatro operaciones en las que participa su socio Statoil, la mayor petrolera noruega; la principal es un canje de activos en EEUU y Noruega que se traduce en un incremento del flujo de caja de Repsol en 500 millones de euros entre este 2015 y 2017.
Statoil se hace con el 13 por ciento del yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Eagle Ford, uno de los mayores del mundo en su clase, y Repsol -que aún mantiene el 37 por ciento de Eagle Ford- consigue el 15 por ciento de la explotación convencional de Gudrun, en operación desde 2014.
elEconomista ya adelantó que la participación en Eagle Ford era uno de los activos incluidos en el paquete de 6.200 millones desinversiones previsto por Repsol en su Plan Estratégico.
Bueno para las dos empresas
Los activos intercambiados tienen un valor similar, por lo que la operación, según indica Repsol, no afectará a sus resultados de 2015, aunque se traducirá en un incremento de sus flujos de caja de 500 millones hasta 2017. Por esta razón, la operación, a primera vista, parece más beneficiosa para la empresa española, pero ambas salen ganando: Repsol consigue aumentar su producción anual -Eagle Ford produce 8.000 barriles diarios y Gudrun 12.000 barriles- y, sobre todo, aligerar sus gastos operativos, porque es más caro extraer hidrocarburos no convencionales; Statoil, por su parte, toma posiciones en un campo con un recorrido muy superior, aunque ahora sufra por culpa de los bajos precios del crudo.
Así lo han valorador las casas de análisis: a corto plazo es positivo para Repsol por su particular coyuntura -la digestión de Talisman y la necesidad de adelgazar el endeudamiento y de disminuir el riesgo para mantener la calificación crediticia- y a largo plazo es beneficioso para Statoil.
Además del canje, se ha acordado que sólo Statoil opere en Eagle Ford para mejorar la eficiencia de las operaciones y, consecuentemente, permitir ahorro de costes.
Tanto el intercambio de activos como la cesión de la operación de Eagle Ford a Statoil tienen efecto desde el pasado 1 de enero.
Brasil y Reino Unido
Por otro lado, Statoil también ha decidido comprar el 31 por ciento del campo Alfa Sentral, en Reino Unido, que pertenece a Repsol y su aliado chino Sinopec, por unos 18 millones de euros, siempre que los socios aprueben la operación.
Finalmente, Repsol y Sinopec han aprobado que Statoil sea el operador del campo BM-C-33, uno de los yacimientos más importantes en los mares del coloso sudamericano. Ahora bien, no comenzará a explotarlo, como pronto, hasta 2019.
Esta operación encaja con la estrategia de Repsol de centrarse en aguas someras, suelo firme en zonas clave e hidrocarburos no convencionales.
El mercado bursátil recogió con frialdad los acuerdos anunciados y Repsol cayó un 3 por ciento en el parqué madrileño.