
Pese a los reveses judiciales y administrativos en Europa, Uber no se desinfla. La compañía pretende conseguir 2.100 millones de dólares en financiación, en una nueva ronda que situaría su valoración en 62.500 millones de dólares.
Esta nueva ronda demuestra que Uber está acelerando su carrera por expandirse en todo el mundo, y por diversificar su actividad de transporte de viajeros con servicios como el reparto de paquetería o de comida en algunas ciudades. También se sabe que está probando una tecnología que dejaría sin trabajo a sus actuales empleados: los coches autónomos.
Como parte de la actual ronda de financiación, Uber ya ha cerrado acuerdos con Tiger Global Management y T. Rowe Price. Hace sólo unos meses, Microsoft entró en la compañía con una discreta inversión de 100 millones de dólares.
Se da la circunstancia de que Tiger Global ya está financiando a algunos de los mayores competidores de la compañía de taxis sin licencia fuera de Estados Unidos, como es el caso de la china Didi Kuaidi, Ola en India y GrabTaxi en Singapur.
Precisamente estas tres compañías asiáticas, junto con la norteamericana Lyft, cerraban el jueves un pacto para crear una alianza global que permitirá a sus clientes respectivos saltar de una plataforma a otra.
En la actual ronda de financiación, Uber ha asegurado a los inversores que su beneficio bruto puede extrapolarse a los 10.000 millones de dólares anuales, aunque no especifica de qué periodo sale el dato que se extrapola.
Uber, que lanzó su servicio hace ya más de cinco años, había conseguido más de 10.000 millones de dólares hasta la fecha, en su mayor parte en forma de títulos, aunque también se ha endedudado en 1.000 millones contra la filial de banca privada de Goldman Sachs. Uber da beneficios en más de 80 ciudades de todo el mundo, y el número de viajes realizados este año se ha disparado un 250%, siempre según datos de la compañía.