El Grupo cuenta con 2.200 empleados, contratos en 300 ciudades, presencia en 12 CCAA y diversos proyectos internacionales
El 6 de diciembre de 1890 se constituía la Sociedad de Aguas Potables y Mejoras de Valencia. La nueva empresa recibió la concesión por parte del Ayuntamiento de Valencia para modernizar el abastecimiento de la ciudad mediante la construcción de balsas, filtros y depósitos junto a La Presa del río Turia. Hasta aquel momento, el estado de la red valenciana era malo, tenía muchas fugas y averías. Y la calidad del agua tampoco era la mejor: se sucedían las epidemias de cólera. La filosofía de servicio público de aquella Sociedad de Aguas Potables caló en la red y desde entonces el Grupo gestiona todos los aspectos relacionados con la captación, tratamiento y distribución de agua potable en la ciudad de Valencia y en importantes poblaciones de su área metropolitana. Y fue incorporando poco a poco a los municipios de diversas comarcas valencianas, a los que administra el sistema de abastecimiento. Para ello, la empresa explota dos estaciones potabilizadoras que se abastecen del agua superficial que proviene de los ríos Júcar y Turia, así como la presa de Manises y El Realón de Picassent. Pero eso es sólo el principio de una historia que dura ya 125 años en los que, con sus vaivenes, se ha fortalecido la empresa y su filosofía.
De aquel ayer a hoy quedan mucho más que las imágenes en blanco y negro que conforman la exposición ??Hechos de Agua?, que recorre y constata la transformación de Valencia, sus cambios urbanísticos y arquitectónicos, y su evolución social. Una muestra que estará abierta al público hasta el 3 de enero de 2016 en el Centro Cultural Bancaja de Valencia, y con la que el grupo Aguas de Valencia quiere celebrar su 125 aniversario. Queda sobre todo una forma de entender y ejercer la gestión del agua y un estilo de hacer negocios y obtener beneficios, invirtiendo e innovando, sin perder el punto de vista de servicio a la comunidad.
Un año de gestión independiente
Precisamente para mantener ese estilo de hacer y de entender la empresa, en julio de 2014, Fomento Urbano de Castellón, empresa propiedad de la familia Calabuig, compró el porcentaje de acciones que poseía La Caixa en Aguas de Valencia, tras la absorción de Banco de Valencia. Y dos meses más tarde, en septiembre del año pasado, se hizo con el control absoluto del grupo, tras alcanzar Eugenio Calabuig, presidente de Aguas de Valencia, un pacto de compraventa con Suez para adquirir su 33% de las acciones de la compañía. Así, desde hace poco más de un año, Fomento Urbano controla el 93% del capital de Aguas de Valencia, mientras que el 7% restante se reparte entre autocartera y pequeños accionistas. La compañía está hoy al 100% en manos de socios valencianos
Casi coincidiendo con esos intercambios accionariales, el grupo retomó sus planes de expansión y no ha parado de ganar concursos y de emprender negocios. En los últimos meses ha obtenido tres concesiones en la provincia de Zaragoza (Calatayud, Ateca y Carramolina) y en julio de este año se adjudicó la gestión de las depuradoras de Zalamea la Real, en Huelva, donde el grupo suma más de 20 plantas; Ramales, en Cantabria, y Sueca, en Valencia. Sin olvidar la adjudicación a Avanqua de la gestión del Oceanográfic y otras instalaciones de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias como el Ágora. Contratos que se suman a los obtenidos a lo largo de 2014: el abastecimiento de agua y mantenimiento de la red de alcantarillado en ocho municipios de Teruel; la gestión de las estaciones depuradoras de Hervideros-Cofrentes y la Urbanización El Pinar en la Comunidad Valenciana. Las depuradoras de Solsona, La Coma y la Pedra, Su y Freixinet, en la provincia de Lleida, la de Matadepera en Barcelona; la renovación de contadores en San Sebastián y Pamplona, y concurso para la detección de fugas en toda la provincia de Cuenca. Todo son movimientos en línea para conseguir su objetivo de estar presente en todo el territorio nacional.
Expansión sostenible
Ese fin ya casi es una realidad: la empresa está presente en doce Comunidades Autónomas: Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León Comunidad Valenciana, La Rioja, Extremadura, Murcia, Navarra y País Vasco; gestiona más de 335 estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) en el conjunto de España, 65 depuradoras de tratamiento primario y 247 estaciones de bombeo. En concreto el año pasado gestionó el agua residual de 404 ciudades españolas y dio servicio a tres millones de clientes. Para desarrollar sus actividades propias y, especialmente, su expansión por los diferentes territorios españoles, Aguas de Valencia ha ido creando o participando en diversas sociedades en diferentes áreas geográficas.
En su apuesta por exportar el conocimiento adquirido durante 125 años, la empresa ha rebasado las fronteras españolas y tiene consolidados sus intereses en Angola tras varios años de trabajo en Malanje. En Doha (Catar) están trabajando en la mejora del rendimiento de las redes hidráulicas y esperan cerrar en breve nuevos proyectos en la zona. Y, con el Gobierno de Ecuador han firmado un acuerdo de intenciones para contribuir a optimizar la gestión hídrica del país latinoamericano.
La premisa fijada para dirigir la estrategia de expansión del Grupo es que tanto los nuevos territorios como las diversas actividades que vaya incorporando a su gestión aporten valor y, sobre todo, permitan un crecimiento sostenible y un desarrollo futuro, además de generar sinergias con el resto del negocio. En este sentido, tanto en los potenciales territorios españoles en los que se está intentando adjudicar nuevos contratos: Andalucía, Cantabria, Galicia..., como en los países africanos: Guinea Ecuatorial, Camerún..., de Oriente Medio: Catar, y de Latinoamérica: Ecuador, Colombia, República Dominicana..., el Grupo Aguas de Valencia licitará por aquellos en los que pueda consolidar su presencia sin generar riesgos añadidos al accionista.
Los factores clave de éxito que deben estar presentes en la estrategia y planes de acción del Grupo Aguas de Valencia son la Innovación en los diferentes ámbitos de la organización y la Optimización de los recursos. La perfecta simbiosis entre ambas, tal y como se ha puesto de manifiesto, es lo que está permitiendo a esta empresa garantizar el mejor servicio posible a sus diferentes grupos de interés, adaptando su propuesta, en cada momento, a los intereses reales.
Para seguir creciendo, el Grupo Aguas de Valencia apuesta también por la tecnología y la innovación, lo que le ha permitido ser la empresa española que gestiona el mayor parque de contadores inteligentes. Según ha afirmado su presidente, ?en diciembre de este año, la ciudad de Valencia será una de las primeras de Europa en disponer de contadores inteligentes en todos los domicilios. Un hito sin precedentes en España?.
Sin olvidar la investigación
Grupo Aguas de Valencia participa activamente en diversos proyectos nacionales y europeos de investigación como el programa europeo Smart H20, que analiza el potencial de la concienciación social y la adecuada política tarifaria dinámica como factor de influencia de los patrones de uso del agua, sobre todo en períodos de sequía, para conseguir una reducción final del consumo; y colabora con la Comisión Europea en el diseño de las estrategias de innovación en materia de agua y, en especial, en las políticas relativas a la I+D+i.
En definitiva, el Grupo Aguas de Valencia es un operador activo, atento a las diferentes oportunidades de negocio que puedan surgir en el ciclo integral del agua, en España y en el extranjero, pero fiel a unos principios muy claros: satisfacer las necesidades reales de sus grupos de interés además de ser un dinamizador de un auténtico desarrollo sostenible (económico, social y ambiental) de las regiones en las que está presente.