La planta de Atotonilco tratará la mitad del agua residual que generan los 18 millones de habitantes de Ciudad de México
Que Acciona pisa fuerte en Latinoamérica es innegable. Opera activamente en buena parte de los países del centro y sur americano. Su presencia en Chile, uno de los mercados estratégicos de la compañía en Sudamérica, se remonta a 1993. Está presente en Colombia desde los años 70 a través de todas sus líneas de negocio; en El Salvador a través de su división de Ingeniería desde hace 15 años; su área de Infraestructuras estableció oficina en Brasil en 1996, llegando más adelante las divisiones de Inmobiliaria, Agua y Energía; realizó su primer proyecto en Perú en 1974, cuando participó en un proyecto hidroeléctrico y de regadío en el Valle de Majes-Arequipa, revalidado en la actualidad con varios proyectos de agua (desalación y saneamiento) y soluciones logísticas; en Costa Rica desarrolla dos de sus principales líneas de negocio: Agua y Energía; opera en Panamá, en República Dominicana... En Ecuador, donde acaba de adjudicarse la segunda fase de la línea 1 del Metro de Quito a un consorcio participado al 50% por Acciona Infraestructuras - que ya ejecutó la primera fase de este suburbano- y Constructora Norberto Odebrecht (de Brasil), por un importe de 1.538 millones de dólares USA (unos 1.400 millones de euros). Este contrato multimillonario incluye la construcción de un túnel de 22.072 metros de longitud en el que se implantarán trece nuevas estaciones, además de cocheras y talleres, así como las instalaciones ferroviarias necesarias para su puesta en marcha. Y allí estará Acciona.
En México, la compañía lleva desde 1978, cuando abrió su oficina de Infraestructuras. Y desde entonces su interés por el país no ha dejado de crecer hasta convertirse en uno de sus principales mercados, en el que están presentes sus principales negocios: Infraestructuras, Energía, Agua, Inmobiliaria y recientemente Servicios. Este mismo octubre, la multinacional española y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México han suscrito un memorándum de entendimiento, cuyo objeto es promover la realización de proyectos conjuntos de generación eléctrica de origen renovable en el país, en el marco de la Reforma Energética del año 2014 en México, que liberalizó el sector de energía eléctrica y transformó la CFE en una empresa productiva del Estado.
Pero el último gran proyecto de Acciona en el país azteca es hídrico, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Atotonilco de Tula, en Hidalgo, que ha supuesto una inversión que ronda los 560 millones de euros y que da un nuevo espaldarazo al liderazgo internacional de Acciona en el ámbito del agua. Casi seis años después de que el Gobierno Federal de México, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), adjudicara al consorcio liderado por Acciona Agua la construcción y posterior explotación de una de las mayores plantas de tratamiento de aguas residuales del mundo, la de Atotonilco -en el estado mexicano de Hidalgo-, la infraestructura ha entrado en operación. Depura las aguas residuales producidas en el Valle de México, donde se encuentra la capital del país, aguas que corresponden a 10,5 millones de habitantes -más de la mitad de los 18 millones de personas que habitan el Distrito Federal-, y que, una vez tratadas, se reutilizarán para el regadío de 80.000 hectáreas de cultivos.
Ha habido que esperar seis meses más de lo previsto -su puesta en marcha estaba prevista para febrero de este año- pero, superada esa prórroga, la depuradora de Atotonilco pone solución a los problemas de saneamiento que sufrían los municipios de la zona que hasta ahora no disponían de ningún tipo de tratamiento de aguas residuales, lo que provocaba un inconveniente adicional en la calidad de agua viable.
La planta dispone de una capacidad nominal de tratamiento medio de 35m3/s y un máximo de 50m3/s, incluida la evacuación final de los residuos sólidos y lodos que se generen. Y está dotada de un sistema de cogeneración, para el aprovechamiento del biogás producido en la digestión, permitiendo el máximo ahorro energético. Así, mediante el aprovechamiento del gas metano resultante del tratamiento de los lodos resultanete del tratamiento de aguas, la planta producirá alrededor del 70% de la electricidad que consume, lo que le permitirá disminuir la dependencia de fuentes externas de energía y reducir las emisiones de diversos contaminantes a la atmósfera.
La infraestructura de Atotonilco es uno de los grandes proyectos de la administración de Felipe Calderón, presidente de México de diciembre de 2006 a fin de noviembre de 2012, que, pese a tener sus detractores políticos que consideraban excesiva la inversión y llegaronb a calificar a la planta de ?elefante blanco de Calderón?, ha encontrado continuidad en el gobierno de su sucesor, Enrique Peña Nieto. Aunque el agua no figure entre sus medidas para impulsar la economía mexicana en 2015, su gabinete es consciente de que la depuradora de Atotonilco implica una mejora sanitaria, de calidad de vida y una mejora para la agricultura de la zona. A lo que hay que añadir la creación de puestos de trabajo directos e indirectos - hasta 4.000 empleos en la etapa más intensa- que ha supuesto su construcción y puesta en marcha. La planta tendrá un gran impacto ambiental, social y económico, al tratar hasta 60% de las aguas negras de la ciudad de México para enviarlas ya saneadas al Valle de Tula, donde se aprovecharán para el riego.
Para Acciona Agua México, que se constituyó en 2009, empiezan ahora 25 años de operación y mantenimiento de la planta de Atotonilco. Una vez concluido el periodo de puesta en marcha de la planta, que finalizará en los próximos meses, ésta se inaugurará oficialmente y el proyecto, que ha cosechado diversos reconocimientos internacionales como el Global Water Awards de Berlín al mejor proyecto público-privado del año, iniciará su andadura hasta alcanzar su previsión de tratamiento de más de 1.000 millones de metros cúbicos al año.
Negocios en perspectiva
La multinacional española no se para aquí, tiene previsto seguir ampliando su operativa y sus negocios en México, donde compite con otras grandes del sector, también fuertes en el país azteca, como GDF Suez, que lleva más de 40 años operando en la región, y con la que rivaliza por adjudicarse las nuevas infraestructuras y contribuir a resolver los problemas de agua en México. Un país habitado por mas de 120 millones de personas de las que tres cuartas partes se concentran en la grandes ciudades lo que eleva la demanda de agua y de saneamiento. Y, como afirma Juan Javier Carrillo Sosa, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el futuro se incrementará la concentración y con ello la cantidad de agua demandada.
Los mayores problemas de agua no están en la capital y las grandes ciudades mexicanas. ?Una de cada diez personas no tiene acceso al agua potable en su domicilio y cuatro de cada 10 no cuentan con servicios sanitarios?, añade Carrillo para quien el país necesita más inversiones, nuevas infraestructuras, mitigar los riesgos que generan los fenómenos naturales, generar desarrollo, y técnicos especialistas en tratamiento de aguas y desarrollo tecnológico. También en ese campo actua Acciona, que desarrolla y participa en diversas actuaciones sociales y medioambientales para mejorar la calidad de vida y el medioambiente de las comunidades aledañas, incluyendo la limpieza de alcantarillas obstruidas, como la que acaba de realizar en la carretera Jala-Compostela.