
El consejero delegado de EVO Banco, Enrique Tellado, explica cómo la entidad hace frente a los retos que plantea la nueva realidad financiera y los planes de futuro para la compañía que lidera desde 2014. Descárguese la revista Gestión empresarial de elEconomista.es.
¿Por qué nace EVO Banco?
Yo no puedo apuntarme el tanto de ser el creador de la entidad. EVO nació por una doble necesidad: la de un banco anterior, que buscaba vender una parte de su red, y la percibida por el alma mater, que creía que se debía ofrecer algo distinto.
¿Están logrando crear algo 'distinto'?
Estamos poniendo nuestro granito de arena para que la banca sea un poco diferente y se perciba de otra manera. Nuestro objetivo es crear una revolución, que la gente vea al sector bancario -o, al menos a EVO Banco-, como su socio. Queremos estar en el día a día, que piensen en nosotros cuando necesiten algo.
¿Y cómo lo hacen?
Vamos despacio, hemos sacado, por ejemplo, una cuenta y una hipoteca inteligente. Además, una vez que culminemos la migración tecnológica, sacaremos un fondo y una tarjeta bajo este mismo concepto. Con la idea de inteligente pretendemos trasladar la racionalidad del cliente y dársela nosotros automáticamente, para que éste no tenga que preocuparse por nada.
Pero todavía no ofrecen servicios para empresas, ¿tienen previsto lanzarlos en un futuro próximo?
Todavía no lo hacemos. Vamos paso a paso, aunque lo haremos en breve, en cuanto estemos preparados.
¿Cuál es la facturación de EVO Banco?
Hemos ido creciendo en volumen: cuando empezamos teníamos 2.000 millones de euros y ahora estamos ya en los 4.000 millones. En muy poco tiempo hemos logrado duplicar cantidades. Sin embargo, si el factor crecimiento en volumen es fundamental, el de crecimiento en rentabilidad es importantísimo. Ahora estamos empezando a alcanzar los números negros. Esto era lo que habíamos previsto inicialmente para el próximo año y creo que lo lograremos.
¿Qué retos tiene que afrontar el sector bancario?
Tiene que modernizarse por completo. La intermediación financiera existe desde hace muchísimos siglos, pero apenas ha cambiado. No podemos olvidar que estamos para aportar un valor y un servicio a los clientes, y ese es el reto: hacerlo sin que se nos vea como un enemigo. Al contrario, tenemos que ser el amigo en el que se piensa cuando se necesitan soluciones financieras. Otro de los retos, más a corto plazo, es conseguir abordar a los clientes por otros canales, con nuevos productos, etc.