El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, apuntaba la semana pasada al volumen, "no despreciable", de activos improductivos que atascan las cañerías de la banca entre los culpables de que su rentabilidad continúe hundida, junto a la insuficiente pujanza del crédito o la abultada estructura.
Analistas Financieros Internacionales (Afi) pone ahora cifras al problema: el sector arrastra 238.000 millones de euros entre créditos dudosos y activos adjudicados, equivalentes al 8,8% del balance.
5,4% de ROE adicional
La aportación de estos activos no solo es nula, sino que resta porque consume ingentes recursos en capital y provisiones, que achican a la mitad el rendimiento de la industria. "Los activos no rentables podrían estar reduciendo la rentabilidad anual del sector hasta en 5,4 puntos porcentuales: 1,2 puntos por la menor generación de ingresos financieros y en unos 4,2 puntos por las provisiones por deterioro", estiman los expertos de Afi.
Los saneamientos y, sobre todo, los incesantes requerimientos de solvencia han aminorado del 12,1 al 5,3% el ROE del sector (rentabilidad sobre recursos propios) durante la crisis. Sólo con aislar el impacto de los activos dañados, el ratio sería el doble conforme al estudio de la sociedad de análisis.
Para el sector es vital frenar su deterioro y empujar el beneficio, a fin de evitar el desencanto del inversor que dificulte un acceso a los mercados esencial para reforzar capital o simplemente captar los fondos con que se otorgan préstamos. Las entidades se afanan en tocar todas las teclas a su alcance para revertir la situación, azuzando la contienda para dar crédito o con ajustes sucesivos de estructura.
Bajo esta inercia, el ROE del sector se situará "en torno al 6-7% en los próximos ejercicios" -estima Afi-, frente al 7-8% mínimo que confiesa la industria perseguir por ser el coste de capital. Si se quiere mejorar el guarismo "será necesario acelerar la digestión de activos improductivos", concluye la firma de analistas en un informe.
Afi expone que, sólo por conservarlos en cartera, consumen 13.000 millones en provisiones al año y añaden 12.200 millones a la factura de solvencia -es la hucha a acumular en capital simplemente por mantener la exposición a un riesgo de casi 240.000 millones-, sin evaluar otros costes asociados a los gastos de gestión y mantenimiento.
Además de restar, pone el acento en el negocio al que se renuncia. Su informe calcula que si se venden al valor neto contable estimado -unos 132.200 millones-, "el sector podría obtener anualmente una rentabilidad media del 3 por ciento" reinvirtiendo la liquidez en crédito para familias y pymes.
Más liquidez para dar crédito
La combinación de esta renta teórica y el ahorro en dotaciones aumentaría en 1,2 puntos los estrangulados ingresos financieros y mejoraría la rentabilidad en otros 4,2 puntos con las provisiones que economiza, según sus cálculos. Pero, tras destinar casi 300.000 millones a saneamientos y con la inflexión en los impagos, la banca ha atemperado, sin embargo, la venta de inmuebles y no está dispuesta a aplicar los descuentos de hace pocos meses para agilizar su colocación.
La reactivación en la venta de viviendas ha pausado el proces,o ante las expectativas de sacar mayor provecho si esperan a que los precios se revaloricen.