Frente a los miles de millones de euros en costes que debe afrontar el Grupo Volkswagen en la solución del escándalo de las emisiones trucadas, la compañía alemana podría tener que replantearse su imperio de marcas, que van desde los coches a las motos pasando por los camiones. ¿Acabará Volkswagen vendiendo Seat?
Mientras en el pasado Volkswagen, que en 2014 facturó más de 200.000 millones de euros, podía permitirse el lujo de sostener filiales financieramente débiles, como Seat o Bugatti, con los ingresos obtenidos de la más rentables (Audi o Porsche), ahora el grupo automovilístico germano tiene que repensar su posición en estas marcas ante la necesidad de ayuda para cubrir los costes vinculados a la crisis. Solo en España, se enfrenta a una multa de hasta 600 millones de euros.
"Volkswagen tiene varias marcas que están en la categoría de 'agradables'", considera Stefan Bratzel, director del Centro de gestión del automóvil de la Universidad de Ciencia aplicada de Bergisch Gladbach, en Alemania. Bratzel estima que el escándalo le costará a la empresa no menos de 30.000 millones de euros y vaticina que, junto a Seat, "Bugatti, Lamborghini y tambén Ducati están entre las posibles firmas de las que podría desprenderse para hacer caja. "No pertenecen al núcleo de la empresa en términos de ganar dinero".
El nuevo consejero delegado Matthias Mueller ya ha avanzado que, mientras que Volkswagen no necesita una revolución, sí retrasará o cancelará proyectos no esenciales para reducir los costes y afrontar las soluciones a la crisis de las emisiones con más solvencia. El fabricante de automóviles anunció la semana pasada la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos diésel solo en Europa y Mueller afirma que las consecuencias del escándalo van a costar mucho más de lo que los 6.500 millones de euros que la compañía tiene provisionados.
Un portavoz de Volkswagen no ha querido hacer ningún comentario sobre la estructura de la compañía a preguntas de la agencia Bloomberg.
Seat, la primera señalada
Volkswagen tiene en su poder una docena de marcas que incluyen incluyen los fabricantes de turismos Volkswagen, Seat, Skoda y Audi; los fabricantes de coches deportivos y de superlujo Lamborghini, Bentley, Porsche y Bugatti; las filiales de vehículos industriales Volkswagen Vehículos Comerciales, MAN y Scania; y la marca de motocicletas italiana Ducati.
Entre las marcas populares, la que menos rentable es para el grupo es sin duda Seat. La marca española lleva en pérdidas desde 2007 y su posicionamiento en el mercado, con una gama media baja, se parece demasiado al de Skoda, más rentable para la compañía alemana.
"En algún momento podría decidir matar a Seat y perseguir el mercado con Skoda deshaciéndose de una oferta duplicada", vaticina Stuart Pearson, analista de Exane BNP Paribas.
A favor de Seat
A favor de Seat aún queda que el fabricante español sumará a su gama el próximo año un SUV compacto, aunque este será construido en una fábrica de Skoda en la República Checa, lo que probablemente ayudará a sus esfuerzos de reestructuración.
Y, en cualquier caso, toda propuesta para dejar la marca Seat se enfrentará a una dura oposición de los líderes sindicales, que tienen la mitad de los asientos en la junta supervisora ​​de VW, a menos que el fabricante de automóviles se compromete a proteger el empleo. Aún así, Seat ya construye un modelo de Audi en España y una opción sería el uso de la capacidad de la fábrica de Seat para otras marcas del grupo.
"Todavía hay mucho nerviosismo e incertidumbre después de la primera reacción (a la crisis), que era un caos", afirma Rafa Guerrero, que representa a los trabajadores por Comisiones Obreras. "La administración debe salir a explicar con calma a los clientes lo que pasó y cómo espera que esto se resuelva".
La situación de otras marcas
Por otro lado, golpeada por la desaceleración de ventas en China, los beneficios del primer semestre de Bentley cayeron un 43 por ciento hasta 54 millones de euros y, aunque Volkswagen no suministra cifras financieras específicas para Lamborghini o Bugatti, estas no son relevantes en cuanto a su contribución a los resultados del grupo. Bugatti, que ha construido apenas unos pocos centenares de coches a razón de más de un millón de euros cada uno, nunca ha sido rentable desde que Volkswagen comprara los derechos de la marca francesa en 1998.
"Bugatti es una de las cosas más superfluas en el Grupo Volkswagen", expone Frank Schwope, analista de NordLB. "Propulsaba la imagen en los buenos tiempos, pero en los malos momentos como ahora, es probable que la gente empiece a señalar con el dedo a la marca preguntándose qué busca lograr con ella".
Por último, Volkswagen también puede echar un vistazo más de cerca a la estructura de su pesada unidad de camiones. Después de comprar Scania en Suecia y MAN en Alemania, el fabricante de automóviles todavía tiene pendiente el éxito en la consecución de una reducción de costes significativa en la sinergia entre las dos firmas. MAN ha luchado bajo VW, con ganancias del primer semestre la disminución de 17 por ciento a 185 millones de euros.