
Repsol sigue avanzando en su plan estratégico y en las desinversiones de activos no estratégicos. La compañía mantiene negociaciones avanzadas con Madrileña Red de Gas para venderles alrededor de 70.000 puntos de suministro de gas propano en Madrid, al tiempo que también negocia con Naturgas, filial de EDP, para la venta de otros tantos puntos en Asturias, País Vasco y Cantabria.
Según las fuentes consultadas, por el momentos las conversaciones son preliminares y todavía no se ha llegado ni a mencionar el precio, aunque estaría en los 100 millones cada una de las operaciones.
La compañía que, tal y como adelantó elEconomista, vendió gran parte de su negocio de propano a Gas Natural y a Redexis, por 650 millones de euros, dejaría así completamente este negocio.
La petrolera además ha puesto en venta el negocio de GLP en Perú y Ecuador y no descarta desprenderse en un futuro del negocio de butano en España, que por el momento no está en venta, aunque considera que es un activo del que podrían llegar a desprenderse si fuera necesario.
Plan de desinversiones
Repsol quiere buscar socios para el desarrollo del megacampo canadiense de Duvernay, al estilo del acuerdo que acaba de alcanzar en Alaska, pero está dispuesta a esperar a que repunten los precios del crudo para colocar una parte de este yacimiento gigante. La petrolera pretende también conseguir socios para la ampliación de la planta de Canaport, que supondría un desembolso de unos 4.000 millones de euros, pero permitiría lograr un amplio desarrollo al gas de Marcellus y negocia un acuerdo con Statoil para mejorar la explotación de Eagle Ford.
La petrolera ha reorganizado también su participación en los proyectos eólicos marinos que mantiene en Reino Unido y buscará un socio que podría quedarse con la mitad de su participación en Inch Cape. En este proyecto mantuvo interés en su momento Gas Natural Fenosa pero también podrían interesarse los fondos de infraestructuras.
Repsol cuenta también con el proyecto Beatrice, uno de los cinco proyectos de energía eólica offshore en el Reino Unido, y el primero en Escocia, a los que, en abril de 2014 el gobierno británico otorgó un contrato de tarifa (Investment Contract) que garantiza los ingresos durante 15 años.
Durante la fase de desarrollo de ambos proyectos, que finalizará entre 2015 y 2016, se realizarán los estudios y trabajos necesarios preliminares a la fase de construcción y operación de las instalaciones, cuya puesta en marcha tendría lugar, en su caso, a partir de 2018.
La decisión final de inversión de los proyectos se estima se produzca durante 2016, lo que deja hasta el próximo año como plazo para lograr un socio.
La compañía también analizará posibles desinversiones de la red de estaciones de servicio que mantiene en Perú, así como algunos pozos en zonas no estratégicas o ya con mucha presencia.