Empresas y finanzas

El BCE baraja limitar la tenencia de deuda pública por parte de la banca

  • El Mecanismo de Supervisión aboga por fijar topes
La presidenta del MUS, Danièle Nouy. Bloomberg

Antes de que la devastadora crisis empujara al límite del abismo a ciertas economías y los especuladores aprovechasen el cuestionamiento del euro para lucrarse con ataques a la deuda pública, a los bonos soberanos se les considera un activo carente de riesgo.

Era, dictaban las reglas, innecesario exigir colchones a la banca por su exposición. La posibilidad de default -el máximo exponente es Grecia- trae la mala noticia para el sector financiero de que el regulador baraja limitar su exposición, además de penalizarla.

Sobre el tapete del supervisor toma cuerpo la idea de fijar el mismo límite que a cualquier otra exposición de riesgo: cuando hay un solo prestatario -cliente- el saldo en cartera no podrá exceder el 25% de los fondos propios netos de la entidad. Es el plan defendido por la presidenta del Mecanismo Europeo de Supervisión (MUS), Danièle Nouy, a aplicar en entrevista al grupo informativo asiático Nikkei.

No más del 25% del capital

En la práctica supone que, igual que un banco no puede otorgar financiación de manera indiscriminada a una empresa, algo que restringe el acceso de las entidades pequeñas a créditos sindicados; tampoco podrá acumular sin tasa bonos de un mismo país. Una regla susceptible de alterar estrategias muy interiorizadas, dado que la banca suele ser el principal inversor y tenedor de los títulos emitidos por su Tesoro.

La situación se acentuó al máximo precisamente con la asfixia de liquidez y los ataques del euro por efecto del conocido como carry trade. Las entidades cogían el dinero del BCE al 0,25% para invertir en una deuda que llegó a ofrecer rentabilidades del 5 y hasta el 7%.

Entre 2007 y julio pasado, la deuda pública española en circulación se ha disparado de 279.445 millones a 756.004 millones. En paralelo, la tenencia de títulos por la banca nacional ha escalado desde 252.508 a 81.444 millones, según el último boletín del Tesoro.

Su adopción no será inmediata. El simple hecho de someter a tensión la deuda y fijar quitas teóricas en las pruebas de resistencia en el pasado año hizo saltar las alarmas.

Los reguladores están decididos a dejar de considerar esta exposición como "riesgo cero". A juicio de Nouy, debe regular en las ponderaciones de riesgo al calcular el capital a escala internacional. Pero si esta vía se retrasa, la presidenta del MUS sugiere que podría tener sentido para Europa asumir la tarea.

En un tiempo prudencial

La implantación del tope del 25% sería, a su entender, una medida a aplicar en un tiempo prudencial. No es descartable su inclusión con Basilea III, puesto que su adopción es progresiva hasta 2019.

En cuanto al potencial incentivo a forzar venta de bonos nacionales, alega la realidad europea: "Ahora que tenemos una moneda única y una única unión bancaria tendría sentido tener además una diversificación del riesgo también en términos de exposiciones soberanas".

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