
Es el único imputado del caso Rato que está en prisión, pero reniega del exbanquero. Alberto Portuondo, considerado uno de los testaferros del expresidente de Bankia, aseguró ante el juez el día de su detención que, pese a los cuantiosos emolumentos que percibía como asesor de varias personas de la entidad, no emitía casi nunca informes ni estudios sino que "se reunían y hablaban". El empresario también negó que tuviera una relación "próxima" a Rodrigo Rato.
Las declaraciones se desprenden del auto emitido ayer por la Audiencia Provincial de Madrid, que ratificó la prisión provisional del arrestado por riesgo de fuga y destrucción de pruebas. Los magistrados aseguran que hay "abundante documentación" y "declaraciones testificales" de las personas que intervinieron en las operaciones relativas a los contratos publicitarios de Bankia que le vinculan a los hechos.
Según el documento, Alberto Portuondo comenzó siendo un intermediario, para después "participar decisivamente en la adjudicación" de los acuerdos alcanzados con Zenith Media y Publicis Comunicación por 50 millones de euros. La empresa del detenido, Albisa, recibió dos millones de euros entre 2011 y 2012 a modo de comisión de Publicis y Zenith y parte de ese dinero -835.000 euros- acabó en la sociedad Kradonara, propiedad de Rodrigo Rato.
Casi en paralelo, el exbanquero remitió 495.000 euros en varios pagos a otra de sus firmas, la alemana Bagerpleta GmbH que tiene un hotel en el centro de Berlín. La Audiencia reseña que había una "red de movimientos económicos con repercusión, alojamiento o manifestaciones en diversos países".
Dos meses en la cárcel
A pesar a los argumentos esgrimidos por la defensa del testaferro de que ya no existe riesgo de fuga porque ha perdido su empleo en México, la Sala considera que el peligro persiste al tener su residencia habitual en el extranjero, una "alta capacidad económica" y una posible relación con otras entidades fuera del país. Insiste en que el mero hecho de que se le haya retirado el pasaporte no es obstáculo para ausentarse de España.
También continúa el riesgo de destrucción de pruebas, según los jueces, más allá de la incautación de dos teléfonos, dos pendrive, un ordenador y dos agendas. Portuondo fue detenido por la Guardia Civil el pasado 16 de agosto en el aeropuerto de Barajas cuando se disponía a coger un avión a México. Dos días después, el juez que instruye el caso, Antonio Serrano-Arnal, dictó prisión provisional tras tomarle declaración y le imputó por blanqueo de capitales, fraude fiscal y corrupción entre particulares.