
Deoleo, la empresa propietaria de las marcas Koipe, Carbonell y Carapelli, se ha visto obligada a buscar alternativas y nuevas vías de negocio e ingresos ante la fuerte subida que está experimentando el precio del aceite. El precio del oro líquido ha aumentado más de un 60% en el último año, consolidando así la mayor subida en dos décadas y provocando un descenso de las ventas del sector del 8% tan sólo en julio, según los últimos datos de la asociación Anierac.
Deoleo, que sufre un encarecimiento de la materia prima que no puede trasladar inmediatamente a la distribución, pero que aún así sufre una merma en sus ventas, ha contratado a la consultora estratégica estadounidense Bain & Company para buscar así nuevas oportunidades y nichos de mercado. "Queremos aumentar nuestros ingresos en el corto plazo, para ello se ha estado trabajando con las áreas de marketing y comercial para los mercados de España, Italia y EEUU", explica un portavoz de la compañía.
Deoleo cerró el primer semestre del año con un resultado bruto operativo (ebitda) de 23 millones de euros, lo que supone un 44,2% menos que un año antes. "Los elevados precios en origen y la imposibilidad de trasladar estas subidas de forma inmediata al consumidor han producido la consiguiente erosión de los márgenes", explica la empresa. Así, frente a una subida del coste de la venta del 30%, los precios de venta unitarios sólo han aumentado un 15%. La erosión de los márgenes, que ha impactado en el margen bruto, ha dado lugar a unas pérdidas de 15,5 millones. Aún así, supone una reducción de los números rojos de un 39,1% con respecto al resultado negativo del primer semestre de 2014, que se elevó a 25,5 millones de euros.
El mercado del aceite de oliva atraviesa un momento muy complicado, especialmente en España, donde las marcas de la distribución, con una política de precios muy agresiva -la industria acusa al comercio de vender con pérdidas- han ganado 5 puntos porcentuales de cuota de mercado en volumen.