
EY, PwC y Deloitte empatan al verificar las cuentas de las grandes marcas premium, mientras que la firma KPMG registra el mismo número que algunas medianas como BDO o Crowe Horwath.
Actualmente, el mercado de las compañías de lujo es uno de los que más facturan a nivel mundial, pese a que la crisis se ha notado en buena parte de sus cuentas de resultados. Según un informe elaborado por Boston Consulting Group, el negocio del lujo movió a nivel mundial 1,3 billones de euros en el ejercicio de 2014 -normalmente, las compañías del segmento Premium cierran sus años fiscales en fechas distintas-. De esta cifra, alrededor de 300.000 millones de euros se destinan a artículos de lujo de consumo individual (prendas de moda, cosmética, relojes, joyería...).
La gran cantidad de dinero que mueven estas compañías provoca que la verificación de sus cuentas sea de gran importancia. Por eso, la elección de un buen auditor de cuentas puede determinar el buen funcionamiento de estas compañías.
En esta línea, cabe destacar un fenómeno que se produce en este mercado que no se repite tan claramente en otros sectores. Las grandes firmas de servicios profesionales registran un empate técnico en número de cuentas verificadas de los gigantes del lujo. De esta forma, PwC, Deloitte y EY (la antigua Ernst & Young) controlan las cuentas de cinco de los 15 principales grupos por facturación. No obstante, hay que tener en cuenta que algunas de estas compañías (LVMH y Hermès), al cotizar en la bolsa francesa, tienen dos auditores de cuentas.
Facturación superior a 10.000 millones de euros
Es impensable hablar del mundo de las marcas de lujo sin mencionar, en primer lugar, al coloso por excelencia: el grupo LVMH. Los bolsos Louis Vuitton recorren toda la geografía mundial de la mano de famosas de la talla de Angelina Jolie u Olivia Palermo -hija de uno de los promotores inmobiliarios más ricos de Manhattan- y su facturación ascendió a la friolera cantidad de 30.600 millones de euros en 2014.
De hecho, es destacable que lo que ganan conjuntamente los dos siguientes (Richemont y Kering) todavía queda lejos de las ganancias de LVMH. Además, la propietaria de Dior y Loewe, entre otros, cotiza en el selectivo galo -el CAC40- lo que le obliga a tener dos auditores de cuentas: Deloitte y EY.
Respecto al siguiente, Kering es el dueño del conocido fabricante de los relojes de los reyes, Cartier, entre otras firmas. En su último ejercicio movió 10.410 millones de euros y tiene contratado, como no iba a ser menos, a una de las cuatro grandes firmas de servicios profesionales: PwC.
En tercer lugar está Kering, propietaria de Gucci, Bottega Ventta o de la conocida marca Balenciaga -su fundador está considerado como uno de los referentes españoles en el mundo de la alta costura- que movió en el último ejercicio 10.038 millones de euros y también tiene fichado a Deloitte como auditor.
Facturación superior a 5.000 millones de euros
En este apartado se encuentran dos de las firmas más emblemáticas en el sector de lujo: Ralph Lauren y Chanel. Las cuentas de la empresa del simbólico caballo son auditadas por EY, mientras que las de la compañía fundada por una de las primeras emprendedoras en el mundo de la moda (Coco Chanel) están controladas por Deloitte.
Facturación superior a 2.500 millones de euros
El número de empresas se amplía en este segmento de los 15 principales grupos de lujo, ya que hasta siete compañías facturan una cantidad superior a 2.500 millones de euros.
El primero de ellos y también muy simbólico por su antigüedad -y por los paseos de las famosas con sus bolsos- es la compañía francesa Hermès que, al cotizar en la bolsa gala, tiene dos auditores de cuentas: PwC y la firma Crowe Horwath. Pero el fenómeno de la coauditoría también llega a una compañía relativamente nueva, Michael Kors. En este sentido, las cuentas de la denominada niña bonita de Wall Street son controladas por EY y por PwC.
A estas firmas le sigue Tiffany, la joyería más famosa de Nueva York que escoge, al igual que hizo Audrey Hepburn, para compartir su desayuno con diamantes a PwC.
Coach es la siguiente compañía, al facturar 3.803 millones de euros en el último ejercicio, que tiene contratado a Deloitte como auditor de cuentas. En el penúltimo puesto de este segmento aparece la británica Burberry, que tiene contratado a PwC como verificador. Por último, el diablo auditor de Prada es Deloitte.
Facturación superior a 1.000 millones de euros
En este apartado aparece la big four restante: KPMG, que audita las cuentas de la italiana Armani. EY, por su parte, verifica a Puig (propietaria de Carolina Herrera o Jean Paul Gautier, entre otros) y Hugo Boss. Finalmente, BDO controla Max Mara.