Amorebieta (Vizcaya), 13 sep (EFECOM).- La consejera de Industria, Ana Aguirre, anunció hoy que el Gobierno vasco ha solicitado a los representantes en la empresa multinacional Reckitt Benckiser la celebración de una reunión urgente para analizar la supuesta irrevocabilidad de su decisión de cerrar la planta de Güeñes (Vizcaya) y el futuro de sus 194 empleados.
En declaraciones a los medios en Amorebieta, donde asistió en Boroa al acto de colocación de la primera piedra de un nuevo centro de investigación tecnológica, Aguirre urgió a resolver la "dimensión humana" que representa el desmantelamiento de esta fábrica de artículos de limpieza y "reubicar" o buscar "otras soluciones" a sus empleados.
La consejera mantuvo que el traslado de esta planta a otros países europeos para reducir costes representa "una de las primeras deslocalizaciones de libro" que se produce en Euskadi y comparó la decisión de cierre con "una partida de ajedrez", que "no se empieza con un jaque", sino que la partida "no acaba ni de empezar".
"Hay muchos protagonistas. El propio Gobierno, desde el departamento de Trabajo, tiene mucho que decir todavía en este tema. Y habrá que analizar las diferentes alternativas para mantener la actividad industrial en la zona de las Encartaciones", prometió la consejera.
Aguirre arremetió contra "el procedimiento y la forma" con la que la multinacional inglesa ha aprobado el acuerdo de cierre, que fue dada a conocer ayer al comité de empresa de la planta de Güeñes.
"Es una decisión que ni los trabajadores, ni el comité de empresa, ni las instituciones habíamos analizado para poder estudiar posibles alternativas desde el punto de vista industrial", lamentó.
"Una empresa en la que nosotros estamos impulsando nuevos valores de la política industrial y de la actividad económica, de buscar proyectos compartidos entre los diferentes agentes y que, de entrada, (sus directivos) decidan un cierre, independientemente del impacto, es una decisión inadecuada", incidió.
La consejera anunció que hoy mismo representantes del Gobierno vasco se han puesto en contacto por teléfono con responsables de la empresa en Barcelona -donde se localiza su sede central en España- para fijar una pronta reunión en la que hablar sobre el futuro de la compañía en Vizcaya y de sus trabajadores.
Aguirre apuntó que la empresa tiene "beneficios" y recordó que hace 13 años recibió una ayuda del Gobierno vasco, mientras que de 1994 a 1997 cumplió "escrupulosamente" su plan de inversión en Euskadi y, en todo este tiempo, ha mantenido "una actitud modélica" con los trabajadores y el ayuntamiento de Güeñes.
A pesar del desmantelamiento de esta fábrica, valoró que el sector industrial en Euskadi "va bien" porque, aunque en el segundo trimestre del año ha bajado dos décimas, sigue "tirando fuerte" de la economía vasca, lo que ha favorecido que Euskadi haya alcanzado un crecimiento económico del 4,2%, que calificó de "importantísimo".
Respecto a las negociaciones de Sidenor para la compra de la siderúrgica guipuzcoana GSB, dijo que es una operación que lleva "bastante tiempo madurándose".
Adelantó que, aunque habría que analizar otras vertientes, como la situación de los trabajadores, "en principio el que el grupo Gerdau (empresa brasileña a la que pertenece Sidenor) tenga un mayor volumen de facturación y actividad en este país es importante". EFECOM
es/mdo
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