
El concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez, anunció ayer que el Gobierno municipal estudia implantar a partir de septiembre una tasa al turismo, que se incluiría en el presupuesto de 2016, medida similar a la que se pretende recuperar en Baleares, donde el Govern, formado por PSOE y Més, negocia con la patronal hotelera un cambio legal por cobrar a los turistas la ecotasa, que ya estuvo en vigor en los gobiernos del socialista Francesc Antich y que afectará al turismo. Descárguese gratis el último número de elEconomista Madrid
El Gobierno municipal de Manuela Carmena estudia además implantar una tasa a las entidades financieras por los cajeros automáticos, idea que ya incluía en su programa electoral Izquierda Unida. El consistorio mostraría así el interés del nuevo gobierno de controlar el flujo de visitantes y aumentar el beneficio que puede obtener el territorio, dando a conocer así las primeras medidas llevadas a cabo desde el inicio de su legislatura, algo que contradice las afirmaciones de su campaña electoral, donde Carmena criticaba la alta tasa de impuestos que tenía Madrid.
Opiniones en contra
Las reacciones no se hicieron esperar. La presidenta del Partido Popular de Madrid y portavoz en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre, ha tachado de "disparatada" la nueva tasa turística y de "demencial" la que planea implantar a los cajeros de los bancos. Por ello y tras mantener una reunión con su equipo, consideró que estas dos posibles tasas "atacan" al turismo y a los ciudadanos que van al cajero, por lo que avanzó que su grupo interpelará al gobierno municipal en el plano del próximo día 22 sobre su política fiscal.
En la misma línea la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, afirmó que está "absolutamente en contra" de la tasa turística y solicitó a la alcaldesa, Manuela Carmena, que "reflexione" y se lo replantee. Cifuentes manifestó su rechazo, y añadió, que además en las ciudades en las que se ha puesto en práctica "ha resultado ser un fracaso y lo que ha hecho ha sido reducir la afluencia de personas". Insistió en su negativa, advirtiendo que esta tasa deja a Madrid en desventaja frente a otras localidades porque las personas que se alojen allí, no tendrían que pagar.
Por su parte , el portavoz de economía de Ciudadanos (C's) Madrid, Miguel Ángel Redondo, afirmó que su formación se opone a dicha tasa turística dado que "supondría un obstáculo para la llegada de turistas a la capital que en 2014 superó la cifra de 8 millones de personas". Redondo añadió que sería importante llegar a acuerdos con el Ministerio de Cultura para dinamizar y potenciar la oferta cultural de Madrid, así como "impulsar de nuevo Fitur para que logre volver a ser una feria turística de referencia a nivel Europeo y Mundial".
La tasa de la controversia
Mientras, los responsables del PSOE se mostraron partidarios del impuesto turístico asegurando que "mejoraría la promoción de Madrid y las infraestructuras turísticas". Los socialistas también defienden que "en el diseño y gestión de esa tasa estén implicados todos los agentes sociales y económicos del turismo". Sobre el impuesto a los cajeros automáticos, afirman que ellos lo llevaban en su programa y que apoyarán esta medida "dependiendo cómo se haga".
También el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó que "es contrario a tasas, ecotasas y algunas otras cosas que empezamos a ver por distintos lugares de la geografía española". El jefe del Gobierno advirtió que "se puede perjudicar a mucha gente" con la tasa turística y ha solicitado "prudencia extrema" a los gobiernos locales y autonómicos a la hora de adoptar este tipo de decisiones.
Desde el ámbito empresarial el presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), Antonio Gil, solicitó una reunión con máxima urgencia tanto con la alcaldesa de la capital como con su equipo para abordar la imposición de esta nueva tasa y pidió que a este encuentro también asistieran los máximos responsables de Economía, Hacienda y Cultura.