
La ola de calor que recorre España supone un reto para el funcionamiento del sector eléctrico. Las elevadas temperaturas registradas a lo largo y ancho de la piel de toro han fundido el rendimiento de las centrales solares fotovoltaicas, que ha llegado a caer un 27%, según los datos de Red Eléctrica.
Para la patronal del sector, Unef, este hecho es algo previsto en las especificaciones técnicas de las plantas, que registran su mejor funcionamiento con una temperatura de 25º centígrados, principalmente, en los meses de abril y mayo, cuando ya hay un buen número de horas de irradiación solar en nuestro país y estiman una reducción de eficiencia con este calor de entre el 20 y el 25%.
En la asociación aseguran que con cada grado centígrado que aumenta la temperatura sobre los 25º centígrados, la eficiencia de las placas se reduce en un 0,4%, lo que supone que con una temperatura de 45 grados se perdería un 10% de eficiencia de la potencia instalada, aunque añaden que las cantidades crecen de modo exponencial cuanto más aumenta la temperatura.
Con este escenario, cerca del 30% de la potencia fotovoltaica instalada resulta indisponible en condiciones de elevadas temperaturas y requiere potencia firme fósil para respaldarla.
Otras fuentes, consultadas por este diario, estiman la reducción normal en una cifra inferior, entre el 10 y el 12% para estas elevadas temperaturas y explican que ya hay tecnología para incrementar la producción de este tipo de centrales.
Ayer, por ejemplo, hubo plantas fotovoltaicas cuyos inversores de corriente registraron temperaturas superiores a los 55º centígrados y los paneles por encima de los 40º centígrados en Guadalajara y añaden que es raro que se produzcan disparos (las desconexión total de las plantas) y consideran que hay 500 MW que se desconoce porque no produjeron ayer.
Pese a todo, el sector asegura que los datos de la web de Red Eléctrica -donde se registra una caída de las fotovoltaica del 27,7%- son sólo una estimación de un algoritmo y no se podrán conocer los detalles concretos hasta el próximo 5 de agosto cuando se cuente con la medición de las más de 63.000 plantas instaladas en España.
Esta situación, añaden, genera además un problema de entrega y devolución a Omel de las cantidades liquidadas semanalmente y obliga a los representantes de este tipo de instalaciones a contar con mayores garantías para poder realizar estas reliquidaciones.
Máximos de verano
La ola de calor ha llevado el consumo de electricidad a su máximo de verano en los últimos cuatro años (ver gráfico). En concreto, la punta de demanda se ha producido a las 13.31 horas, al alcanzarse los 39.277 megavatios (MW), una cota que supera los 37.363 MW del pasado viernes, cuando se marcó el anterior máximo, según Red Eléctrica. El nivel de este lunes es el más elevado desde los 39.828 MW registrados el 28 de junio de 2012. La cota supera el máximo del verano de 2014, de 36.697 MW, así como los 37.104 MW de 2013.
Interrumpibilidad
Con este registro, el dato de estos días supone acercarse a menos de 2.000 MW de la punta histórica de verano (a sólo un 5%). La punta de este verano es un 10% mayor que 2014, lo que muestra una recuperación económica y puede alcanzar hoy mismo los 40.000 MW. De hecho, el gestor técnico del sistema estuvo aplicando ayer las pruebas de interrumpibilidad a algunas de las grandes industrias.
Para cubrir la demanda en el momento de punta, la fuente de energía mayoritaria más utilizada ayer fue el carbón con 8.700 MW, frente a los cerca de 11.000 MW instalados, lo que le otorgó una cuota del 22% del total. La fotovoltaica, con 4.200 MW instalados en la península (4.600 MW en total), cubrió sólo 3.034 MW a las 14.20 horas, según figura en la web de REE.
A pesar del uso generalizado del aire acondicionado, la punta de demanda en verano es sustancialmente inferior a la de invierno. El máximo histórico se registró en el invierno de 2007, con más de 45.400 MW desde entonces no nos hemos acercado a esta cifra por la reducción de potencia contratada y los cierre de empresas y pymes.
En el momento de alcanzarse el máximo de este lunes, el carbón cubría el 22% de la demanda, frente al 15,7% de los ciclos combinados de gas, el 5 de la nuclear, el 13% de la hidráulica, el 11% de la eólica, el 7,6% de la fotovoltaica y el 5,5% de la termosolar.
Otra de las tecnologías que puede verse afectada por la ola de calor es la nuclear. La temperatura del agua destinada a la refrigeración de los reactores se vigila de forma constante. Si se incrementa de modo notable, este tipo de centrales puede verse forzadas a parar, un extremo al que ya se ha llegado en años anteriores en Francia y en España y que también puede afectar en ocasiones a la refrigeración de las cwentrales térmicas de carbón y de gas.
Otros sectores afectados
Otro de los sectores que sufren especialmente el aumento de las temperaturas es el de los carburantes. Repostar en las horas centrales del día puede reducir también el volumen de combustible suministrado. Generalmente, las estaciones de servicio tienen pactada la compra a 15 grados para poder facturar adecuadamente los impuestos, pero si el repostaje se realiza en las horas de máximo calor, la pérdida puede llegar casi al medio litro de combustible. Por ese motivo, es recomendable repostar a primera o última hora.