
El presidente de Red Eléctrica, José Folgado, ha logrado los respaldos suficientes para nombrar a Juan Lasala como consejero delegado. Antes de tomar esta decisión, el primer ejecutivo del gestor técnico del sector eléctrico españo consultó con otros presidentes para interesarse sobre el nombramiento y el reparto de poderes en otras compañías similares.
Todos ellos le recomendaron que fuera él quien eligiera al candidato de forma que la interlocución entre ambos fuese fluida y se evitaran las fricciones innecesarias. De este modo, la marcha de la compañía siempre resulta más fácil y al final es beneficioso para todos los accionistas.
Por el camino, desde que REE hiciera el primer planteamiento en 2012, han pasado teorías de distintos calibres, como la posibilidad de adoptar un modelo similar al del Banco de España, donde un partido nombra al gobernador y otro al subgobernador, aprovechando la participación del 20% de la Sepi, pero esta opción no parecía de recibo al no tratarse de una empresa pública, sino de una cotizada.
Propuesta unánime del consejo
Lasala ha recibido tras la propuesta unánime del consejo el apoyo de los bancos de inversión con los que se ha encargado de lidiar a lo largo de los últimos años. Todos ellos valoran en los distintos informes que han emitido la gestión realizada en la compañía en los últimos años, así como su perfil técnico y no político. Durante la gestión financiera del nuevo consejero delegado, el valor de REE se ha prácticamente duplicado al pasar de los 5.000 millones de euros a los 10.000 millones de euros, lo que supone que los títulos ha ido desde los 36 euros hasta casi los 72-75 euros. La decisión, que tendrá que ratificarse a mediados de julio en una Junta extraordinaria, se ha hecho así para separar el acto formal de aprobación de cuentas de una medida de gobierno corporativo.
Según indicaron fuentes de la compañía, no se ha querido mezclar. No se ha hecho por las prisas de tener que nombrar a alguien para evitar la imposición de otra persona. No ha habido ningún otro candidato. Pese a ser cierto que al consejo de administración del gestor no han llegado otras propuestas a lo largo de los últimos meses, han sido varios los nombres de personas externas que han sonado e incluso se han llegado plantear tándems de presidente y consejero delegado que finalmente no han cuajado.
Folgado seguirá manteniendo todos sus poderes ejecutivos hasta la junta ordinaria de 2016 en la que tendrá que renovar en el cargo o dejar la presidencia de la compañía, un extremo que está claramente vinculado a los resultados de las elecciones generales. El presidente de Red Eléctrica ha hecho bien al no tratar de renovar su mandato en esta junta. Folgado tuvo una transición tranquila con Luis Atienza y parece de justicia que así deba ser si hay un cambio en el Gobierno y, por ende, en la Sepi en el futuro.