
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha comunicado que analizará durante los próximos días los paros parciales efectuados la semana pasada, de cuyos servicios mínimos el sindicato admite su "nula afectación" en el servicio.
Los paros, que se desarrollaron entre las 10:00 y las 12:00 horas y las 18:00 y 20:00 horas, fueron secundados "masivamente" por los controladores, indica la USCA en un comunicado.
El sindicato ha reiterado que los servicios mínimos decretados por Fomento, fijados en un 70%, fueron "abusivos" ya que "en realidad se respetó" el derecho de huelga "exclusivamente" de los controladores que no desarrollaban actividades directamente operativas.
La USCA recurrirá estos servicios mínimos y ha recalcado que fueron del 99% para los controladores que prestan servicio efectivo de control aéreo en torres y centros.
Las cuatro jornadas de paros parciales, los días 8, 10, 12 y 14 de junio, concluyeron sin retrasos, cancelaciones o incidencias en los aeropuertos españoles.
Los controladores aéreos han destacado la "gran unidad" del colectivo y la "responsabilidad y sensibilidad" que les demandó la ministra de Fomento, Ana Pastor, con el cumplimiento "estricto" de los servicios mínimos impuestos, así como con su disposición permanente a llegar a acuerdos con Enaire.
Los integrantes del comité de huelga acudieron el pasado día 11 de junio a la reunión convocada por Enaire. La USCA ha recordado que, durante ese encuentro, la empresa pública "no planteó" propuesta alguna para poder poner fin a los paros.
La portavoz de la USCA, Beatriz Jerez, adelantó durante la semana de paros parciales que la Asamblea nacional de este colectivo podría decidir, en votación, una "posible continuidad" de la política de paros.
La USCA es el sindicato convocante de estos paros parciales y como protesta por las suspensiones de empleo y sueldo impuesta por Enaire a 61 profesionales del centro de control de Barcelona, por el cierre del espacio aéreo en diciembre de 2010.
También reclaman la readmisión de un controlador de Santiago, despedido por Aena por estos mismos sucesos de 2010.