Empresas y finanzas

Reservar las vacaciones a última hora puede salir hasta un 19% más caro

  • El 71% reserva sus vacaciones con una antelación de 1 a 3 meses

Este verano 9 de cada 10 españoles realizarán algún viaje de vacaciones. Como cada año, reservar hotel en las playas del Levante será una misión casi tan imposible como encontrar un hueco en la arena donde poner la toalla. Por no hablar de la no menos difícil tarea de hacerse con un billete de avión a Londres o Nueva York -que figuran entre los destinos internacionales preferidos- sin que tiemble nuestra tarjeta de crédito.

Reservar las vacaciones se ha convertido en una especie de carrera por llegar el primero. De hecho, el 71% de los españoles lo hace con una antelación de entre 1 y 3 meses según Tripadvisor. Si se viaja en avión, la antelación es aún más importante, ya que el sobrecoste por reservar a menos de 7 semanas puede ascender a un 19% en viajes por Europa. Para trayectos internacionales a Estados Unidos o al Sudeste Asiático, el ahorro llega al 10% si reservamos con 30 semanas de antelación según un estudio de Skyscanner.

Sea flexible para ahorrar

Para aquellos que aun así prefieran esperar a última hora o no les quede otro remedio, la flexibilidad resulta clave. En este caso, Kredito24, el prestamista online de créditos, recomienda seguir estos consejos que ayudarán a compensar los precios más elevados.

1. Busque alojamientos alternativos: Hay vida más allá de los hoteles. Aunque un complejo hotelero con todo a mano puede ser una opción atractiva para viajes en familia, no hay por qué cambiar de destino si todo está completo o nos salimos del presupuesto. Un alquiler vacacional puede resultar cerca de un 60% más barato que una estancia por la misma duración en un establecimiento hotelero según Tripadvisor. A través de páginas como Homeaway o Airbnb podemos encontrar un piso o apartamento en España o el extranjero que se ajuste a nuestras necesidades, incluso a pocos días del viaje.  

2. Sea flexible con las fechas del vuelo: No solo la antelación es importante, sino también ser consciente de cómo evolucionan los precios de los billetes de avión a lo largo de la semana o incluso en el mismo día. El martes suele ser el día más barato para volar -aunque puede variar según el destino-, mientras que el viernes y el domingo son los más caros. Por otra parte, también disfrutaremos de precios más asequibles si volamos por la tarde, entre las seis y medianoche, que por la mañana.

3. Planifique visitas a museos en días gratuitos: Si ha pensado incluir visitas culturales, especialmente cuando es en familia, es aconsejable informarse antes de los días en que la entrada es gratuita. Una sencilla búsqueda por Internet puede bastar para descubrir un abanico de actividades gratuitas disponibles en tu destino.

4. Saque partido de los programas de fidelización: A la hora de planificar nuestro viaje conviene dedicar un tiempo a revisar las recompensas que podemos disfrutar a través de los diferentes programas de fidelización de los que formemos parte, como el del supermercado donde hacemos la compra o el de nuestra entidad financiera. A veces incluso podremos traspasar puntos a otros programas y convertirlos en descuentos para volar o reservar alojamiento. Si con anterioridad nos hemos sacado la tarjeta de fidelización de alguna aerolínea o cadena hotelera, puede ser el momento de comprobar los puntos que tenemos. Y si no, es aconsejable hacerlo para que el gasto de este verano se traduzca en ahorro en próximos viajes.

5. Descárguese apps útiles para el viaje: Cada vez hay mayor variedad de aplicaciones que pueden ayudarle antes y durante las vacaciones, y que además son gratuitas. Ya sea para elegir un sitio para comer, para desplazarse de un lugar a otro o simplemente para conocer lugares interesantes que visitar en destino, leer las recomendaciones de otros viajeros o permitir que estas aplicaciones le ofrezcan sugerencias basándose en su localización le ahorrará tiempo, dinero y, sobre todo, malas experiencias.

6. Evalúe la forma de pago más económica en el destino: Contar con un medio de pago es una de las principales preocupaciones cuando viajamos al extranjero, especialmente si se viaja fuera de la zona euro. No obstante, cambiar efectivo antes de emprender el viaje, o incluso en destino, puede resultar más caro que utilizar nuestra tarjeta de débito o crédito. Esto es así porque los tipos de cambio aplicados a las compras son más bajos que lo que cuesta cambiar dinero. Lo recomendable es informarse en la entidad de nuestra tarjeta de los tipos de cambio para el país al que viajamos.

"El verano no tiene porqué ser sinónimo de viajar caro. Aunque efectivamente los precios de hoteles, transporte y restauración suben significativamente, podemos compensarlo planificando nuestro viaje de forma inteligente, pensando en formas de alojamiento alternativas y aprovechando la cantidad de información que podemos obtener al utilizar apps de viajes", como comenta Eduardo Marín, country manager de Kredito24 en España.

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