Empresas y finanzas

La Sanidad entra en campaña electoral: los partidos 'huyen' de la gestión privada

  • PP, PSOE, C's y Podemos se desmarcan del modelo de externalización

Siempre se ha dicho que la sanidad no da votos pero sí los quita, y en esta tarea se están aplicando a fondo las fuerzas políticas que concurren a las próximas elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo. Todas las formaciones, sin excepción, están haciendo campaña con la bandera del no a la privatización de la sanidad y, ya por extensión, de todo lo que suene a sector privado, incluidos conciertos, externalizaciones, hasta llegar a cuestionar el propio modelo de mutualidades de funcionarios o las desgravaciones en el seguro médico.

A falta de otro discurso de reformas, la gestión privada se ha convertido así en el chivo expiatorio de todos los males del SNS (Sistema Nacional de Salud). Es la consigna que repiten los candidatos de los viejos y nuevos partidos, dispuestos a encender el maniqueo debate entre sanidad pública o privada, con el fin de restar votos al Partido Popular. Incluso esta formación, identificada como único grupo que ha apostado en las últimas legislaturas por dar un mayor protagonismo al sector privado, ahora también se ve forzado a renegar de las políticas aplicadas durante las últimas legislaturas.

Madrid como paradigma

La candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha sido la primera en desmarcarse de la política de externalizaciones sanitarias emprendida por el Gobierno regional, tratando así de desactivar las críticas de la oposición en el frente sanitario. Lo que ha quedado claro, tras rectificar sus polémicas y confusas declaraciones de campaña en este terreno, es su compromiso de no externalizar la gestión de ningún centro o servicio más de la sanidad pública, así como su voluntad de integrar los hospitales Infanta Leonor, Infanta Cristina, Infanta Sofía, Hospital del Tajo, Hospital del Henares y del Sureste dentro del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), con el fin de que sus trabajadores tengan el mismo régimen jurídico que el personal de gestión directa del sistema público.

La rectificación de la candidata popular pone en evidencia que el mensaje contra la gestión privada de la sanidad pública ha calado más allá de las mareas y se ha impuesto en el discurso, como se puede comprobar en las declaraciones, mítines o debates desarrollados hasta la fecha. El último protagonizado por candidatos a presidir la Comunidad de Madrid, tan sólo faltó Cifuentes, fue un avance de por dónde van los tiros de la campaña.

Una de las coincidencias expresadas por los candidatos regionales fue precisamente su compromiso a no hacer externalizaciones y la necesidad de formalizar "un gran pacto" para recuperar la sanidad pública.

Por si hubiese dudas con el programa de nuevas formaciones como Ciudadanos, su cabeza de cartel por Madrid, Ignacio Aguado, abrió fuego señalando la "amenaza de privatización" vivida en la Comunidad de Madrid que "la calle y los tribunales han parado", sostuvo. "Queremos un modelo sanitario claro, una sanidad pública, gratuita y universal", apuntó de entrada durante su intervención en la mesa redonda organizada por el sindicato médico Amyts, el pasado 22 de abril. Y fue más allá al apostar también por un sistema sanitario "donde se utilicen al máximo los servicios públicos antes de recurrir a concertaciones y externalizaciones", con medidas como la apertura de quirófanos por la tarde, ya que los recursos públicos "se están infrautilizando", punto en el que coincidieron todos los candidatos.

Estos fueron algunos de los principios básicos que dejó el líder regional de la única formación, junto a UPyD si logra mantener su presencia, en que se puede apoyar el Partido Popular para tratar de conservar una mayoría en la Comunidad y frenar así el paso a un hipotético frente de izquierdas.

Desde una posición ensayada como integradora, el candidato regional del PSOE, Ángel Gabilondo, abogó "por revisar los contratos que se han hecho" en las distintas concesiones llevadas a cabo por el Gobierno autonómico y afirmó que "todos los esfuerzos de privatización que se han hecho no han mejorado la sanidad". El PSOE también ha abogado por incrementar el gasto público en sanidad en 15.000 millones de euros.

En este mismo terreno se mueve Podemos. Su programa electoral, presentado esta semana, recoge un plan de reversión al sistema público de los centros privatizados, además de la eliminación de privatizaciones, externalizaciones y derivaciones. Su candidato en Madrid, José Manuel López, atacó en este foro la "mercantilización" de la sanidad sufrida en Madrid.

La misma línea argumental utilizó Luis García Montero, de Izquierda Unida, que reclama además la recuperación de la Dirección de Salud Pública en la Consejería Sanidad y una nueva ley de sanidad "en contra de las privatizaciones". El único aspirante que no tomó partido contra la sanidad privada fue Ramón Marcos, de UPyD, que sí aprovechó, en cambio, para denunciar la "burbuja inmobiliaria" y el uso de criterios electoralistas a la hora de construir hospitales.

Lo que ni está ni se le espera durante la campaña electoral es un debate a fondo para reformar el modelo, por mucho que su financiación se siga resolviendo a parches.

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